Polémica por servicio militar en Perú.


“Me parece que es una disposición totalmente improvisada con el agravante que afecta directamente a los más pobres”, opinó el martes el abogado Wilfredo Ardito, activista de derechos humanos.
“Normalmente el universitario es alguien que está en una mejor posición económica que el estudiante de una carrera técnica.
Entonces es curioso, el universitario no tiene que pagar multa, es como que se le dan una serie de ventajas a un sector de la población mientras otro sector, que son los más pobres, que son los que no pudieron entrar a la universidad, ellos además tienen que pagar la multa, entonces es una especie de condena para ellos”, declaró a la AP.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, José Cueto, anunció el fin de semana que el sorteo se realizará en mayo luego que esté listo el reglamento que normará el proceso, y tras la firma de un convenio con el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), cuya base de datos será empleada para ese fin.
Desde 1998, el Servicio Militar es voluntario en Perú, pero ello al parecer ha conducido a que no se obtenga el número necesario de reclutas, poco interesados en alistarse por los pocos incentivos, y la mala reputación del servicio, que en los años 90 era denunciado por abusos y violaciones a los derechos humanos. Ante un déficit de unos 30.000 reclutas en 2013 el gobierno y las fuerzas armadas adoptaron un plan para cubrir las plazas faltantes mediante un llamado por sorteo de los jóvenes mayores de 18 años, que tendrá carácter de obligatorio.
Un decreto legislativo, dado en diciembre pasado, en virtud de las facultades legislativas concedidas al ejecutivo por el Congreso, establece que “los elegidos por sorteo están obligados a presentarse”. Solo están exceptuados los sorteados con alguna discapacidad física o mental grave y permanente, quienes estén privados de su libertad, quienes acrediten ser cabezas de familia, los estudiantes universitarios, quienes acrediten estar prestando algún servicio voluntario a la comunidad y los residentes en el extranjero.
Diversas voces críticas se han alzado contra la disposición y señalan su carácter discriminatorio por el hecho de que los jóvenes de escasos recursos se verán obligados a alistarse ante la imposibilidad de pagar la multa. Además señalan que han sido exceptuados los universitarios, pero se ha obviado a los jóvenes que cursan carreras técnicas.
El general Cueto justificó la necesidad de aplicar el sorteo, diciendo que en los últimos años el número de reclutas descendió drásticamente luego que el Servicio Militar se convirtiera en voluntario.
“El servicio militar lo han estigmatizado como algo malo y es todo lo contrario porque da una serie de beneficios a los muchachos, y sí principalmente ayuda a los jóvenes que tienen menos recursos, les da instrucción, los capacita, les crea valores y encima les da una profesión. (Toda la polémica) es criticar por criticar. Hay gente que le encanta hacer toda esta parafernalia de que es malo, que es discriminatorio”, dijo en declaraciones a la AP.
Cueto precisó que el servicio dura dos años y que los reclutas reciben un pago inicial de 265 soles (100 dólares) en promedio, que se va a incrementando hasta llegar a los 380 soles (146 dólares).
En las redes sociales y medios de comunicación en Perú se discute la idoneidad de la norma con una gran mayoría de opiniones contrarias al sorteo.
“No estoy de acuerdo, estarían privando a los jóvenes de su derecho a decidir, a veces las personas acá no tienen el suficiente sustento para pagar (esa multa), estaría en contra de lo que (un joven) quiere hacer en la vida, le truncarían sus proyectos”, dijo a la AP Edward Rodríguez, de 24 años, estudiante de gastronomía en un instituto técnico.
El Servicio Militar es obligatorio en países vecinos como Bolivia y Colombia, donde sucede generalmente que son los jóvenes pobres y de las áreas rurales quienes lo cumplen, mientras que los jóvenes de clases medias y altas tienen otras opciones. En Bolivia los de las clases más acomodadas pueden optar por el servicio premilitar, que consiste en asistir a las cuarteles para recibir instrucción militar los sábados y en vacaciones escolares. En Colombia pueden pagar entre 278 y 1.000 dólares, dependiendo de su clase social, para ser exonerados.
También es obligatorio en México, donde la ley señala que en caso de incumplimiento se castiga al infractor con penas de cárcel de entre un mes a un año.
En Ecuador el Servicio Militar es voluntario y generalmente acuden a él los jóvenes de escasos recursos económicos para aprender algún oficio. Chile por su parte también tiene un servicio militar voluntario, que implica que solo en el caso de que no se cubran las plazas, se realiza un sorteo.
Al término del servicio y a manera de incentivo, se organiza una feria en la que se presentan diversas empresas para ofrecer empleo a los reclutas.

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