Esto con el propósito de bajar los índices de violencia que sacuden a este país.
En diciembre de 2011 el mandatario hondureño aprobó la salida de los militares, que generalmente permanecen en sus batallones, con el fin de apoyar a la Policía Nacional en dar seguridad a la población en las calles y evitar los asaltos y otros delitos que se cometen contra personas indefensas.
De acuerdo con lo aprobado, los militares estarán en las calles hasta el 27 de enero de 2014, día en que concluye su mandato de cuatro años el presidente Lobo Sosa.
Desde enero de 2012, los militares recorren generalmente caminando las principales calles de Tegucigalpa, San Pedro Sula, sobre todo por los parques para evitar asaltos, en especial contra mujeres, a las que a punta de pistola les arrebatan sus celulares y carteras.
También suelen subirse a los autobuses del transporte urbano, donde constantemente los usuarios son objeto de asaltos.
El decreto aprobado en diciembre de 2011, que autoriza los patrullajes militares conjuntamente con la policía, concluyó el pasado domingo 31 de marzo.