La reforma migratoria aprueba el proyecto 744 tal y como fue enmendado esta semana contempla duplicar los efectivos de la Patrulla Fronteriza, es decir aumentar en cerca de 21.000 agentes, con un coste que según la Oficina de Washington para América Latina, una organización independiente, podría superar los 30.000 millones de dólares en una década. Uno de los gastos más altos de la historia en materia de seguridad nacional de Estados Unidos.
La ahora ley estipula en su texto que igualmente que se debe completar y reforzar la actual valla, que fue aprobada en 2006 y ya cuenta con cerca de 1.000 km, a un total de 1.120 km, lo que significaría un tercio de la frontera de poco más de 3.100 km que separan Estados Unidos de México.
Uno de los proyectos de infraestructura sin precedente es la construcción de 86 torres de vigilancia, 286 cámaras fijas, 232 sistemas de vigilancia móviles, 4.595 nuevos sensores, cuatro aviones no tripulados (drones), más de 27 nuevos helicópteros, entre ellos 10 Blackhawk, 30 navíos, y una larga lista de artilugios tecnológicos.
El republicano Marco Rubio, uno de los impulsores de la iniciativa detalló que pasar a la etapa de legalización de los indocumentados el Departamento de Seguridad Interna (DHS) debe certificar ante el Congreso que ese despliegue humano y tecnológico permite capturar o disuadir al 90% de los inmigrantes que intentan cruzar ilegalmente.
No hay estimaciones oficiales sobre el número de personas que consiguen cruzar sin ser detenidas, ni sobre las que desisten, pero el Centro Pew Hispano calculó hace dos años que en 2000 cerca de un millón de personas conseguía entrar en Estados Unidos ilegalmente, mientras que una década después ese número había disminuido a unas 300.000 personas.