"Los estadunidenses deben saber que una guerra liberará energías en la región y podría reforzar la posición de los musulmanes de que se trata de una guerra religiosa", dijo Salami, citado por la agencia iraní de noticias FARS.
Según el general, una guerra en Siria no sólo estaría dirigida contra el régimen de al-Assad, sino contra el islam, ya que los planes estadunidenses respaldan los intereses de Israel.
El sábado pasado, el comandante del CGRI, Mohamad Ali Jafari, pidió a Estados Unidos recordar sus experiencias en Irak y Afganistán y aprender de esas lecciones, pues "su intromisión en el mundo musulmán sólo ha conducido a la expansión del extremismo, la violencia y el terrorismo".
El nuevo gobierno del presidente iraní, Hassán Rohaní, se ha pronunciado contra una intervención militar extranjera en Siria y se ha ofrecido en varias ocasiones como mediador para hallar una solución pacífica.
Además de Irán, varias naciones asiáticas como India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y Nepal se han manifestado en contra de una acción militar contra Siria y han coincidido en la necesidad de buscar una salida política al conflicto sirio, que ya dura dos años y medio.
Asimismo, exhortaron a los países que pretenden una intervención en Siria a esperar los resultados de los expertos de las Naciones Unidas que investigaron el denunciado uso de armas químicas por parte del régimen sirio.