El periódico francés citó documentos de la Agencia Nacional de Seguridad de EU (NSA) en los que se detallan los métodos y los dispositivos electrónicos para vigilar las legaciones diplomáticas francesas.
Uno de ellos, fechado el 10 de septiembre de 2010 y calificado de secreto por la NSA, incluye códigos y acrónimos para ayudar a sus agentes, y pone en evidencia el funcionamiento del programa GENIE sobre la implantación a distancia de dispositivos de escucha en los ordenadores.
En esa nota se menciona la vigilancia de la Embajada francesa en Washington, identificada con el código de "Wabash", y la representación francesa ante la ONU en Nueva York, con el de "Blackfoot".
Los servicios secretos precisan allí diferentes técnicas de recopilación de información: "Highlands" para el pirateo de ordenadores a distancia o "Vagrant" para captar los contenidos de las pantallas.
Otro documento de agosto de 2010 procedente de la dirección de información electrónica de la NSA cuenta cómo las informaciones sustraídas a las cancillerías extranjeras, y en particular a Francia, tuvieron un papel importante en el voto el 9 de junio de ese año por el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que imponía más sanciones a Irán por su programa nuclear.
De acuerdo con el análisis de la agencia, esa operación fue un "éxito silencioso que ayudó a diseñar la política exterior de Estados Unidos".
En esa línea, la entonces embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, afirmó que "eso (le) ayudó a revelar las posiciones sobre las sanciones y nos permitió conservar un avance en las negociaciones".
"Le Monde", remitiendo a los dossieres sustraídos por el exagente de la NSA Edward Snowden, había dado cuenta ayer del carácter "masivo" del espionaje estadounidense de las comunicaciones emitidas en Francia y para ilustrarlo señaló que en sólo 30 días, entre finales de 2012 y comienzos de 2013, fueron interceptadas 70,3 millones.
Los nuevos contenidos sobre el alcance del espionaje estadounidense a Francia desencadenaron una serie de declaraciones de denuncia de esos usos por parte de responsables franceses, incluido el presidente, François Hollande, que en una conversación telefónica con su homólogo, Barack Obama, le pidió explicaciones.
Hollande manifestó a Obama "su profunda reprobación hacia esas prácticas inaceptables entre aliados y amigos porque atentan contra la vida privada de los ciudadanos franceses".
Esta mañana, la cuestión volvió a ser abordada en una entrevista en París entre los jefes de la diplomacia de Francia, Laurent Fabius, y Estados Unidos, John Kerry.