El rotativo, que cita fuentes gubernamentales anónimas, sostuvo que la decisión fue tomada porque ello implicaría presentar igualmente acusaciones contra medios informativos y periodistas estadounidenses.
“Los funcionarios subrayaron que aún no se ha tomado una decisión formal y que un gran jurado aún continúa investigando a Wikileaks”, indicó el influyente matutino capitalino.
Sin embargo indicaron que existen pocas posibilidades de presentar cargos contra Assange, a menos que la investigación determine que se encuentra implicado en actividades criminales distintas a la divulgación de secretos militares y diplomáticos de Estados Unidos.
En contraste, la administración de Barack Obama ha presentado acusaciones contra empleados y contratistas que filtraron los documentos, incluido el ex empleado de una contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, y el analista de inteligencia militar del ejército Bradley Manning.
Funcionarios del Departamento de Justicia explicaron que, en el caso de Assange, no hubo una filtración ilegal de información sino simplemente la publicación de los cables confidenciales, lo cual tiene implicaciones legales distintas.
Las filtraciones hechas por Manning a Wilileaks y Snowden a medios informativos extranjeros y de Estados Unidos han sido descritas por funcionarios de alto nivel de la administración Obama como un serio golpe a la seguridad nacional del país.
Entre las revelaciones figura la existencia de programas de interceptación de llamadas telefónicas y comunicaciones de Internet dentro de Estados Unidos, así como programas de vigilancia a líderes extranjeros incluidos los de Alemania, México y Brasil entre otros.