Víktor Orbán, primer ministro de Hungría y hasta hace poco no muy cercano a Vladimir Putin, ha cambiado de postura en su último mandato.
“Rusia es nuestro socio más importante tras los países de la Unión Europea. Apreciamos este desarrollo”, decía Orbán a Putin, “que podemos ver en Rusia con tu liderazgo. Esto hace de la cooperación algo importante para Hungría”.
El complejo de Paks, a cien kilómetros de Budapest, lleva en funcionamiento desde los años 80. Una fuga radioactiva en 2003 obligó a cerrar uno de sus reactores, que volvió a abrir en 2005 tras ser reparado y asegurado.
También en 2005 el Gobierno prolongó la vida útil de Paks veinte años más con el visto bueno de la Asociación Internacional de Operadores Nucleares.