“Lo que él va a decir es que para los contratistas federales (el salario mínimo) deberá ser de 10.10 dólares” por hora, dijo el jefe de gabinete de Obama, Denis McDonough, en entrevista con la televisora CBS al hablar sobre el informe que esta noche pronunciará el mandatario.
La eventual orden ejecutiva reflejará la determinación del mandatario de actuar este año de manera unilateral en algunos frentes, ante la respuesta casi nula del Congreso a la agenda interna que propuso en su informe de 2013.
Este incremento significará un alza de casi tres dólares respecto al actual salario mínimo de 7.25 dólares.
Aunque en el Congreso existe una propuesta para elevar el salario mínimo a nivel general, esta ha permanecido en el limbo debido a la resistencia de los republicanos para empujarla.
“Nosotros creemos que (un salario mínimo de) 10.10 dólares la hora es la manera de avanzar. Nadie que trabaje tiempo completo y que trabaja duro debe vivir en la pobreza. Creemos que un salario de 10.10 les permitirá hacer eso”, indicó McDonough.
McDonough dejó en claro que a pesar de esta acción Obama continuará trabajando con el Congreso donde existan puentes de entendimiento.
“Creo sin embargo, como lo hemos visto durante los pasados años, que el Congreso es a veces lento de acción y no vamos a esperar a que eso suceda porque creemos que los estadounidenses esperan propuestas concretas y realistas para que haya progreso y oportunidades para todos”, dijo.
La decisión del mandatario de recurrir a su poder ejecutivo no fue bien recibida por los republicanos, quienes prometieron hacer lo que esté a su alcance para impedir que Obama los circunvale.
“Tengo que recordarle que tenemos una constitución y que es el Congreso quien redacta las leyes y el trabajo del presidente es aplicarlas, y si él intenta ignorar esto, va a chocar contra la pared”, dijo el líder republicano John Boehner poco después que trascendió el anuncio.
Boehner dijo que tanto él como su bancada “no nos vamos a quedar sentados y dejar que el presidente nos pisotee”.