“La mariguana es objeto de abuso como lo es el alcohol y debe ser tratada como un problema y reto de salud pública”, indicó en el mandatario durante una entrevista concedida el jueves a la televisora CNN.
Días atrás, el mandatario reavivó el debate sobre la percepción de la mariguana durante una entrevista con la revista The New Yorker en la que externó su postura personal sobre el enervante, que reconoció antes haber consumido en su juventud.
“No creo que sea más peligrosa que el alcohol”, dijo entonces el mandatario, para quien la droga resulta menos nociva que estas bebidas “en términos de su impacto en el consumidor individual”.
Su comentario fue considerado como una contradicción de la política oficial de su gobierno.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP por sus siglas en inglés) el consumo de mariguana, además de ilegal, “presenta riesgos significativos de salud y seguridad pública para todos los estadunidenses”.
“Como dije en mi entrevista, mi preocupación es cuando se tienen fuertes condenas para consumidores personales que han sido aplicadas de manera desigual y en algunos casos con una disparidad racial”, dijo el mandatario a CNN.
En su entrevista con The New Yorker, Obama aseveró que muchos jóvenes de la clase media fuman mariguana, pese a lo cual el índice de encarcelamiento por esta ofensa es mayor entre sus contrapartes pobres, en especial afroestadunidenses e hispanos debido a que no cuentan con los recursos para evitar penas severas.
Lamentó que el gobierno imponga largas condenas a estos jóvenes consumidores en tanto que “muchas de las personas que están escribiendo estas leyes probablemente han hecho lo mismo”.
Consideró que la legalización de la mariguana aprobada recientemente en los estados de Colorado y Washington es un paso importante para reducir el impacto de esta disparidad, pero negó que ello sea “una panacea”.