En una nota oficial, la CIDH expresó su "profunda preocupación" por el incidente que provocó la muerte del migrante mexicano Jesús Flores Cruz, a causa de disparos efectuados por un agente de la patrulla fronteriza estadounidense.
La entidad también manifestó su preocupación por "otros hechos en que se alegue el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza" y recordó "la obligación del Estado (Estados Unidos) de reparar a los familiares de las víctimas".
De acuerdo con la información disponible en la CIDH, Flores Cruz murió a causa de los disparos efectuados por un agente fronterizo que lo perseguía a pie por una zona montañosa próxima a la ciudad estadounidense de San Diego.
El agente, informó la CIDH, respondió con disparos de arma de fuego después de que el mexicano le arrojó una piedra.
Por ello, la entidad "urge a las autoridades estadounidenses a nivel estatal y federal a investigar de manera seria, independiente, efectiva e imparcial los hechos que rodearon la muerte" de Flores Cruz.
También pidió "a las autoridades estadounidenses a que dentro de los programas de capacitación de los agentes de la Patrulla Fronteriza se implementen programas permanentes de derechos humanos de los migrantes".
El relator especial de la CIDH sobre Derechos de los Migrantes, el comisionado Felipe González, sostuvo que la entidad recibe constantes denuncias sobre uso excesivo de la fuerza y el uso de armas de fuego en la frontera mexicano-estadounidense.
En los últimos años, afirmó la CIDH en su nota, estos incidentes dejaron por lo menos 28 migrantes muertos, 27 de ellos como consecuencia de las heridas y una por falta de atención médica.
Inmigrantes ilegales mexicanos cruzan la frontera de poco más de 3.100 km que los separan de Estados Unidos, aunque su número se ha reducido en los últimos años, según un estudio de 2012 del Pew Hispanic Center.