Veinticuatro horas después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgara la anexión formal de Crimea a la Federación Rusa, ayer seis vehículos con personal de las fuerzas especiales rusas atravesaron las puertas de la base aérea de Belbek, tras lanzar disparos de advertencia al aire, para consolidar el control militar en esta zona que ya pertenece a Rusia, reportaron agencias internacionales en la zona. Asimismo, autodefensas ucranianas prorrusas tomaron por asalto una base de la fuerza aérea en Novofiodorovsk, y tomaron el control.
Los acorazados se abrieron paso con armas automáticas y granadas aturdidoras y los ucranios respondieron con disparos al aire, aunque enseguida depusieron las armas, que acabaron siendo amontonadas en el arsenal de la base. En esta operación un soldado ucranio resultó herido.
De acuerdo con las fuentes, las tropas rusas rodearon la base aérea y lanzaron un ultimátum a los soldados ucranianos en su interior para que se rindan, informó el subcomandante de la base en Belbek, cercana a Sebastopol.
La base, sobre la cual ondea aún la bandera de Ucrania, es una de las pocas instalaciones militares en Crimea que sigue bajo control ucraniano después de la anexión de la península a Rusia.
Asimismo, según destaca el periódico español “La Vanguardia”, fuerzas rusas tomaron el control del único submarino con el que contaba la Marina ucraniana, el “Zaporizhzhia”, en aguas de la bahía de Striletska, cerca de Sebastopol, según reportes de la agencia de noticias ucraniana UNN.
La fuente aseguró que el submarino fue rodeado por buques rusos y atacado con granadas aturdidoras, lo que provocó la huida de parte de la tripulación, incluido su capitán. El resto de militares ucranianos decidieron continuar en el submarino y servir ahora a las autoridades rusas, según relataron los propios soldados en declaraciones a UNN.
El “Zaporizhzhia” pasará a formar parte de la división de submarinos de la Flota del Mar Negro rusa.
Moscú también aseguró ayer que 54 de los 67 navíos de la Armada ucrania en Crimea cambiaron de bando, que la bandera rusa ondea ya en 147 destacamentos enemigos y que, de los 18 mil militares ucranios desplegados en la península, solo 2 mil volverán al continente, mientras el resto habría aceptado la oferta de integrarse en las Fuerzas Armadas de la Federación.
Por otra parte, unos 200 miembros de las autodefensas ucranianas prorrusas asaltaron una base de la fuerza aérea ucraniana en Novofiodorovsk, Crimea, al disparar al aire y utilizar vehículos blindados para derribar muros de hormigón del lugar.
Hartos del silencio y la indiferencia de Kiev y rendidos ante la evidencia de que sus cuarteles cambiaron de bando, la mayoría de los efectivos ucranios se rindieron sin oponer ninguna resistencia. Algunos solicitaron sumarse a las tropas rusas en Crimea, según la agencia UNN.