pena capital cuando todavía no cumplían los 18 años de edad.
Ebrahimi, quien se casó a los 14 años y tuvo un hijo a los 15, afirmó que era víctima de violencia doméstica.
Pillay expresó a través de un comunicado su preocupación por el alto número de ejecuciones realizadas este año en Irán y llamó a detenerlas, en especial cuando las sentencias correspondan a delitos cometidos por menores de edad.
“La ejecución inminente de Razieh Ebrahimi pone de nuevo al descubierto el uso inaceptable de la pena de muerte contra delincuentes juveniles en Irán", indicó.
“Independientemente de las circunstancias del crimen, las leyes internacionales prohíben claramente la ejecución por delitos de menores de edad”, enfatizó Pillay.
Sostuvo que esas condenas contravienen las Convenciones Internacionales sobre los Derechos Políticos y Civiles, y la de los Derechos del Niño, de las cuales Irán es Estado parte.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelaron que más de 250 personas fueron ejecutadas en Irán en lo que va de 2014 y unas 500 lo fueron el año pasado.