“Se trata de salir de los números rojos y entrar en los verdes por primera vez en una generación”, dijo confiado Osborne. “Se trata de un país que inspira confianza al mundo porque busca vivir con sus medios”.
De momento, el gobierno de David Cameron ha incumplido su promesa de rebajar el déficit al cinco por ciento este año porque el Estado ha ingresado menos de lo previsto. De cara a las elecciones legislativas de la primavera que viene, el Ejecutivo adelanta un nuevo impuesto del veinticinco por ciento a las multinacionales como Google para evitar su exilio fiscal e impone a los bancos nuevos pagos en los próximos cinco años que se cifran en 4.000 millones de euros.