“Recientemente, hemos visto una repentina bajada del valor de la moneda nacional”, manifestó la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiulina. “Las principales razones incluyen una caída del precio del petróleo y la falta de posibilidad para nuestros bancos de acudir a la financiación internacional”.
Estas son las causas exteriores, pero la actual crisis retrotae a la de 1998 cuando Rusia entró en suspensión de pagos. Justo antes de que Vladímir Putin llegara al poder. El viento de pánico ha alcanzado tanto a inversores como a ciudadanos que acaparan comida en los supermercados y cambian sus rublos por dólares. Al contrario de lo que se ve obligado a hacer el banco central.
Este ya ha advertido de que un petróleo a sesenta dólares supondría una recesión el año que viene para el país del cuatro y medio por ciento ya que depende de sus exportaciones energéticas. El barril de Brent bajó este martes de los sesenta dólares por primera vez en cinco años y medio.