obtiene un 61,5 % frente al "sí" que se alza con un 38,4 %.
Nada más conocerse los primeros resultados, miles de personas han acudido a la céntrica plaza Syntagma, donde el primer ministro, Alexis Tsipras, había pronunciado el discurso de cierre de campaña ante una multitud de más de 25.000 personas.
Lo mismo ha ocurrido en la plaza Klathmonos, también en el centro de Atenas, que ya acogió a los seguidores de Syriza durante las pasadas elecciones, pues fue el lugar elegido por Tsipras para pronunciar el discurso tras su victoria.
Desde el cierre de los colegios electorales, el primer ministro se encuentra en el palacio de Maximu, sede del Gobierno, siguiendo los resultados, acompañado de algunos miembros de su equipo.
El portavoz del Gobierno, GavriilSakelaridis, afirmó que el Ejecutivo espera reanudar las negociaciones con los acreedores para llegar "inmediatamente" a un acuerdo.
"Las negociaciones que van a comenzar tienen que terminarse inmediatamente, incluso dentro del plazo de las próximas 48 horas", aseguró Sakelaridis en declaraciones a la cadena privada de televisión ANT1.
"Se reúne el consejo de gobierno del BCE. Hay argumentos válidos a favor de una mayor financiación del ELA", dijo.
El coordinador del equipo negociador, EuclidisTsakalotos, señaló, a su entrada a Maximu, que el Ejecutivo negociará "una solución que sea económicamente sostenible".
Por su parte, el ministro de Sanidad, PanayotisKurublís, apuntó que este resultado "fortalece a Tsipras, pero le traslada una gran responsabilidad; unir a la nación y crear un amplio frente patriótico para que se inicie inmediatamente la negociación y tenga un resultado que responda a las aspiraciones del pueblo".
El ministro de Trabajo, PanosSkurletis, coincidió en que la victoria del "no" refuerza al Ejecutivo en su esfuerzo de lograr un acuerdo que ofrezca "nuevas opciones".
El principal partido de la oposición en Grecia, el conservador Nueva Democracia, pidió al Gobierno que haga todo lo posible para que el país "vuelva a la normalidad" cuanto antes.
"Espero que el país vuelva a la normalidad como prometió el primer ministro. Si la normalidad no vuelve en 48 horas el país se dirige hacia una tragedia que será responsabilidad de este Gobierno", aseguró el diputado de Nueva Democracia y ex presidente del Parlamento VangelisMeinmarakis.
Asimismo, manifestó que "nadie puede prever lo que pasará si el Gobierno se sigue comportando como ha hecho durante los últimos cinco meses". También el diputado conservador MiltiadisVarvitsiotis señaló que, por ahora, lo único que hay es "polarización y división".
La líder del socialdemócrata Pasok, FofiYenimatá, pidió a Tsipras que "cumpla su compromiso" y consiga un acuerdo "sostenible" en las próximas 48 horas.
"Ahora es la hora del primer ministro. Debe cumplir su compromiso de lograr un acuerdo (con los acreedores) en 48 horas", dijo Yenimatá, quien fue la primera líder de un partido que apareció ante los medios tras perfilarse la victoria del "no".
El gobierno señaló también que el Banco de Grecia solicitará al Banco Central Europeo, uno de los acreedores del país, que aumente el techo de su financiación de emergencia a los entidades griegas, que abrirán, en principio, sus puertas el martes, al igual que la bolsa de Atenas, tras permanecer cerrados toda la semana.
En tanto, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunirán este lunes por la noche en París para estudiar las consecuencias del resultado del referendo. Los directores del Tesoro de los países miembros de la zona euro también se reunirán este lunes, indicó una fuente.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, había dicho antes de concluir la votación que Grecia deberá introducir otra divisa si ganaba el "no". "¿Sigue Grecia en el euro después del referendo? Claro que sí, pero si dicen 'no', tendrán que introducir otra moneda después del referendo, porque el euro no estará disponible como medio de pago", dijo Schulz a la radio alemana Deutschlandfunk.
El gobierno griego, formado por Syriza y el partido soberanista ANEL, y los acreedores del país (UE, FMI, BCE) llevan más de cinco meses de arduas negociaciones. Tras sendas líneas de créditos de 240.000 millones acordados desde 2010 a Grecia, que expiraron el pasado 30 de junio, a cambio de draconianas reformas y medidas de ahorro que han contribuido a una caída del PIB del 25% y a un aumento exponencial del desempleo, el actual gobierno de izquierda radical quiere un cambio de estrategia que pasa por la reestructuración de la deuda.
La última propuesta de los acreedores, que proponían prolongar otros cinco meses el programa de ayuda de Grecia y un paquete de unos 12.000 millones de euros a suministrar en cuatro entregas hasta noviembre, a cambio de nuevos recortes y subidas de impuestos, fue lo que motivó el puñetazo en la mesa de Tsipras y la convocatoria de este referendo. Según un reciente informe del FMI, Grecia necesitará 50.000 millones de euros en los próximos tres años, para estabilizar sus finanzas.