por el supuesto abandono de dos obras públicas que se adjudicó.
La firma española había ganado en 2014 los contratos para la construcción de una carretera y una represa hidroeléctrica en la región amazónica de Bolivia por 534 millones de dólares.
Según el Gobierno boliviano, los plazos establecidos han vencido por lo que se notificó a los bancos para que ejecuten las boletas de garantía por más de 150 millones de dólares que presentó Corsán Corviam como requisito para adjudicarse ambos proyectos.
"Se le ha dado el plazo (a la empresa) desde la notificación de la intención, tenía el plazo para enmendar cualquier situación que se presentó, pero como no lo ha hecho ni de buena fe, entonces definitivamente lo que corre son las ejecuciones y eso es lo que vamos a hacer", informó a periodistas el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.
Isolux Corsán está en un proceso de reestructuración de deuda en España, y también interrumpió el desarrollo de líneas de transmisión de energía en Brasil.
"Isolux Corsán manifiesta su deseo de alcanzar una solución negociada con las instancias del Gobierno de Bolivia con las que mantiene relaciones comerciales en su condición de contratista internacional", señaló la firma en un comunicado de prensa.
En la nota, la compañía dijo que había presentado en varias ocasiones al Gobierno boliviano planes alternativos para la construcción de la central hidroeléctrica tras constatar que era imposible ejecutar el proyecto tal y como le fue adjudicado.