El mandatario, en un acto con estudiantes en Caracas, también aumentó un bono de alimentación que complementa al salario, que ahora estará en 153.000 bolívares, unos 58 dólares a la tasa oficial más alta y 19 dólares en el mercado paralelo.
Así, el llamado "ingreso mínimo integral" escala a 250.531 bolívares.
Es el tercer aumento del salario mínimo este año: el 8 de enero lo subió 50% y el 30 de abril 60%, lo que evidencia la alta inflación que padecen los venezolanos, que este año podría ascender a 720%, según el FMI.
"Ando trimestralmente pendiente del salario de los trabajadores (...). Haciendo seguimiento a la campaña inmoral que fija precios a través de un precio de un dólar falso en el exterior. Lo vamos a derrotar", expresó Maduro, en referencia a la página web dolartoday.com, que publica un estimado del precio del dólar en el mercado negro.
Muchos comerciantes usan el valor del dólar paralelo para fijar los precios de sus productos: un kilo de arroz cuesta unos 11.000 bolívares, un litro de aceite de cocina 20.000 bolívares y un tubo de crema dental unos 11.500 bolívares.
En esos tres productos se va una cuarta parte del salario mínimo.
Maduro aseguró que con su propuesta de Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna, la situación económica mejorará.
"Necesitamos una Constituyente para mejorar la economía (...), regular los precios contra la especulación", añadió.
El anuncio coincide con una ola de protestas de opositores que exigen la salida de Maduro del poder desde el 1 de abril. Las manifestaciones, que también rechazan la Constituyente, ya dejan 89 muertos.
Desde 2014, cuando bajaron los precios del petróleo -fuente de 96% de las divisas de Venezuela-, se desató una crisis económica en el país caracterizada también por una aguda escasez de alimentos y medicinas.
Maduro alega que la crisis es producto de "una guerra económica" de empresarios que apoyan a la oposición para crear descontento popular y propiciar un golpe de Estado en su contra.