"El llamado dólar paralelo. Ese es el que perturba y pone las ansiedades en la sociedad venezolana", dijo Merentes en entrevista con el periodista y ex vicepresidente del fallecido mandatario Hugo Chávez, José Vicente Rangel.
"Este es un gobierno aprobado en 18 elecciones, que ha tenido éxito en lo social, pero aún le falta tener éxito en lo económico", agregó.
Para el también ex presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), una mejora de los indicadores económicos pasa por "reformar varias leyes", como la de Ilícitos Cambiarios, que aseguró "no ha cumplido los objetivos", y la de Mercado de Capitales, que podría traer de vuelta a las casas de bolsa como entes autorizados por el BCV.
Venezuela mantiene un fuerte control de cambios con una cotización oficial de 6,30 bolívares por dólar, pero la moneda estadounidense es prácticamente inaccesible, lo que fomenta un mercado paralelo en el que la tasa oficial casi se sextuplica.
Para atender la demanda de divisas y controlar las distorsiones del mercado, el BCV ha realizado cuatro subastas desde marzo a agosto, de alrededor de 300 millones de dólares, destinadas a viajeros y a sectores específicos de la economía, con un precio estimado por analistas en 11,7 bolívares por dólar para los ciudadanos y 10,9 para las empresas.
"A Venezuela le entran alrededor de 47.000 millones de dólares producto de las actividades económicas. La pregunta es: íes suficiente o no? Claro que es suficiente, para la economía y estabilidad de la población", dijo el ministro, refiriéndose a la entrada anual de divisas.
No obstante, Merentes agregó que la solución del problema amerita trabajar de la mano con el empresariado y los inversionistas.
"Creo que hay un consenso de hacer cosas que aceleren la mejor conducta de la economía, tanto en opositores como en el gobierno", agregó el ministro, al referirse a las reuniones que ha sostenido con representantes de diversos sectores económicos.
El pasado 8 de febrero, en una medida gubernamental, el bolívar perdió casi el 32% de su valor, al pasar de 4,3 a 6,3 bolívares por billete verde. Diversos analistas no descartan una nueva devaluación, posiblemente después de las elecciones municipales de diciembre.
La falta de divisas es una de las causas de la escasez cíclica de productos básicos en Venezuela, agudizando la inflación, que en 2012 fue de 20,1% y en lo que va de 2013 alcanza 29%, la más alta de América Latina.
La economía venezolana creció apenas 1,6% en el primer semestre de 2013, cuatro puntos porcentuales menos que en el mismo periodo de 2012, según el BCV. A razón de los números, el organismo rebajó a la mitad la proyección de crecimiento para 2013 a alrededor de 3%, al prometer que los indicadores mejorarían para el segundo semestre.