El pacto que considera entregar a Repsol activos líquidos que no se especificaron, se consiguió tras una reunión de representantes de las dos empresas, del Gobierno argentino y el español y de accionistas de Repsol.
Como parte del acuerdo, la petrolera española, que ha amenazado con demandar a empresas que se asocien con YPF, retirará los litigios que tiene contra Argentina.
Argentina no ofreció pistas sobre la posible compensación económica como tampoco lo hizo Repsol, que se limitó a explicar que su consejo de administración estudiará la protesta el miércoles.
Sin embargo, una fuente próxima a las conversaciones había dicho a Reuters que la delegación española buscaba una compensación en efectivo o activos líquidos de unos 5.000 millones de dólares.
Argentina había nacionalizado el año pasado la participación mayoritaria de Repsol en la petrolera local YPF, argumentando que el grupo español no había invertido lo suficiente, provocando un quiebre con Madrid.
"Se ha arribado a un principio de acuerdo acerca de la compensación por la expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de YPF ocurrida en abril de 2012, sujeto a ratificación de los máximos órganos rectores de Repsol", dijo el Ministerio de Economía argentino.
El acuerdo se consiguió "a instancias" de los gobiernos de Argentina, España y México, y se firmó en un acto al que acudieron ejecutivos de Repsol y de YPF; el ministro español de Industria, José Manuel Soria; el de Economía argentino, Axel Kiciloff, además de Emilio Lozoya, presidente de la estatal mexicana Pemex, que tiene una participación en Repsol.
Las opciones de pago para el país sudamericano son limitadas, pues no tiene capacidad para endeudarse en los mercados de capitales internacionales desde su masiva cesación de pagos del 2002 y las reservas internacionales del Banco Central, con las que el Gobierno se financia han caído a niveles críticos.
Argentina necesita además conseguir socios para desarrollar su enorme yacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta.
Según una fuente cercana a las conversaciones, Repsol nombraría un banco de inversión e YPF designaría a otro para facilitar el proceso. En caso de discrepancia, se nombraría a un tercero para facilitar el acuerdo.