La bolsa moscovita ha perdido un 11,6% desde principios de año. El rublo ha caído un 9% con respecto al dólar. Y la fuga de capitales ante la incertidumbre del futuro a corto plazo supera los 35.000 millones de dólares en tan sólo dos meses.
Todo ello, ha llevado a Standard&Poors a revisar la nota rusa a la baja. La agencia se basa en la inestabilidad que se ha apoderado de la región y en la previsión de futuras sanciones más severas.
“La situación es muy negativa”, explica el analista Yaroslav Podsevatkin, de Aton. “Nadie sabe qué sanciones están por venir. Y las que ya han sido anunciadas han provocado una reacción negativa de los mercados. Los inversores suelen tener buena memoria a largo plazo. Y cuando se van, normalmente no regresan”.
El horizonte se presenta, por tanto, nublado para la novena economía mundial, que además ahora encuentra más dificultades para financiarse. Los expertos aseguran incluso que Rusia entrará en recesión si no hay un cambio de rumbo claro en el segundo trimestre del año.