El objetivo es luchar contra el espectro de la deflación, ya que la inflación se mantiene próxima a cero desde hace meses. Esta razón ha pesado más que el fuerte endeudamiento de los hogares suecos. El banco central no descarta hacer descender todavía más el tipo y no piensa subirlo antes de finales del año que viene.
Justo después de este anuncio, la corona sueca se devaluó un dos por ciento respecto al euro en su nivel más bajo en casi tres años.