Según el informe anual "Perspectivas de empleo", publicado una semana antes de la reunión de ministros de Trabajo del G20 en Melbourne, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) da cuenta de una caída "limitada pero bienvenida" del desempleo.
En los 34 países miembros de la OCDE, entre ellos Chile, México y España, hay cerca de 45 millones de personas en paro, 12,1 millones más que antes de la crisis.
La recuperación económica --1,3% de crecimiento en 2013, con fuertes disparidades--, "es demasiado débil" para "generar una neta mejora del empleo", explica la OCDE, que anticipa que el paro seguirá disminuyendo pero en "proporciones limitadas" para llegar al 7,1% en el último trimestre de 2015.
"Pese a un cierto retroceso del desempleo global, el desempleo de larga duración sigue aumentando", dice el estudio.
En el primer trimestre, 16,3 millones de personas llevaban en paro más de un año, casi el doble que en 2007, antes del inicio de la crisis financiera.
En Estados Unidos ese procentaje de desempleo de larga duración ha pasado del 10% en 2007 al 25,9% en 2013. En España, Islandia o Nueva Zelanda también se ha duplicado.
La situación es particularmente preocupante en Grecia, donde en 2013 el 67,5% de los desempleados era de larga duración, en Irlanda el 60,6%, en Italia el 56,9% y el 56,3% en Portugal.
Y lo que es peor, no parece que la recuperación del crecimiento vaya a significar una caída del desempleo estructural en muchos países, por lo que la OCDE recomienda mayor atención a este segmento poblacional y sugiere políticas "intensivas y personalizadas".
Efectos "nefastos" del trabajo temporal
- manera general, en la mayoría de los países hay más paro ahora que antes de la crisis, pese a que las situaciones son muy diferentes, observa la OCDE.
Es el caso de España y de Grecia, cuyo desempleo se situará en 2015 en torno al 24% y el 27%, respectivamente, mientras en la zona euro pasará del 11,6% a mediados de 2014 al 11,2% a finales de 2015.
También superará el 10% en Italia o Portugal, mientras que en países como Austria, Alemania, Japón, México, Noruega o Suiza el desempleo será inferior al 5%.
En Estados Unidos, el paro fue del 6,1% en mayo, un 1,1% más que antes de la crisis.
Asimismo, la OCDE alerta a sus miembros de los efectos económicos "nefastos" del empleo temporal, al que muchos países recurren para "reforzar la flexibilidad" del mercado laboral.
Y es que los trabajadores están peor protegidos y las empresas invierten generalmente menos en ellos, "lo que puede repercutir en la productividad".
Los países más afectados son Chile (30,5% de los contratos temporales), Polonia (26,7%), España (24,5%), Corea del Sur (22,1%) o Portugal (21,5%).
- OCDE les aconseja que "refuercen la legislación aplicada a los contratos temporales" al tiempo que "flexibilizan la que regula los despidos de los trabajadores permanentes", o incluso que introduzcan "el contrato único".
- cada vez más bajos
La crisis también ha repercutido en los salarios que apenas han subido desde 2009. En países como España, Grecia, Irlanda o Portugal, incluso han bajado una media anual de entre 2% y 5%, lo que afecta en particular a los trabajadores con peores salarios.
Ello se podrá paliar en alguna medida con el salario mínimo obligatorio que tendrán 26 países del bloque y en varias economías emergentes.
- OCDE cuenta con 34 países miembros, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Japón, México, Chile o Turquía. Brasil, China o India no forman parte de la misma.