En México “persisten grandes brechas de desempeño y egreso” escolar que se agudiza “entre la población indígena y de escasos recursos,” por lo que el sistema educativo tendría que concentrarse en el mejoramiento del éxito de alumnos de diverso origen” y en garantizar “la calidad de la educación en todos los niveles formativos,” considera la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) al advertir en un primer informe sobre política educativa en los 34 países del organismo que “uno de cada cinco estudiantes de 15 años de edad no adquiere las habilidades mínimas necesarias para participar plenamente en la sociedad actual, pese a que concluyeron su educación básica.”
En el diagnostico que la OCDE hace público desde hoy en Inglaterra: “Perspectivas de Políticas Educativas 2015: haciendo que las reformas sucedan”, (que se presenta junto con el Reporte Intermedio del Panorama Educativo de este año) se subraya un incremento del 0.7% (del 2003 a 2012), en la proporción de adolescentes que “no alcanzan un nivel mínimo de competencias en matemáticas para desarrollarse en la sociedad actual.”
También aumentó la pobreza entre las poblaciones vulnerables. En el caso de los emigrados entre los cero a los 18 años de edad, del 2007 al 2010 “viven con menos de la mitad” de la media de ingresos que percibían en sus países de origen, “lo que incrementa el número de estudiantes desfavorecidos en riesgo de bajo rendimiento escolar.”
Asimismo, se notifica el incremento desde el 2008, de los jóvenes entre los 15 y los 29 años que no estudian ni trabajan; en este marco, en México, este sector representa el 25 por ciento aunque en Turquía son el 29.2 y en España, el 25.8. Pero, ante la persistente debacle económica, “ha sido un problema” el tránsito de los jóvenes de la educación al empleo.
La OCDE identifica que la reforma educativa del actual gobierno en México busca reforzar la evaluación para ingreso y permanencia en el servicio magisterial, mejorar la infraestructura escolar y profesionalizar a los líderes escolares y asesores técnico pedagógico. De hecho, el organismo señala que en los países del organismo se han registrado 450 reformas educativas entre 2008 y 2014, con un posible impacto en al menos 200 millones de escolares--. “La reforma” de este sector sólo puede ser eficaz “si las políticas están bien implementadas,” aclara.
La OCDE señala que en las 34 naciones se ha emprendido el impulso a “las habilidades y conocimientos” de los protagonistas del sistema educativo; “16% de las reformas aplicadas en los países miembro de la OCDE se concentran en garantizar la calidad y equidad formativa”; mientras que el 29% busca “preparar mejor a los estudiantes para encarar su futuro.” el 24% de las reformas a la política educativa en los países del consorcio se han centrado en el mejoramiento de los centros escolares, desde los ambientes de aprendizaje, hasta la contratación y retención de los maestros “más calificados.”
En las naciones de la OCDE, la gestión educativa ha reforzado los procesos de evaluación en un 14%; el 9% ha fortalecido la gobernabilidad de los sistemas de enseñanza aprendizaje y el manejo de datos; mientras que 12% ha echado a andar reformas al presupuesto educativo. “Una población con escasa educación puede limitar la capacidad de las economías para producir, crecer e innovar,” pero, “la equidad y la calidad” en la formación de niños y jóvenes sigue siendo “un reto” en todos los países del organismo.
“Si bien México tuvo mejoras en la equidad y calidad de su sistema educativo, el rendimiento aún es inferior al promedio de la OCDE en matemáticas, ciencias y lectura”, alerta la OCDE en su diagnóstico al apuntar que el 25% de los jóvenes del país no han concluido el bachillerato (la media de la OCDE es del 18%).
La OCDE destaca que en México, 31 estados son responsables de la educación y “aplican normas administrativas que varían de una entidad a otra” por lo que es notoria “la necesidad de fortalecer las capacidades de gobernanza para garantizar la aplicación eficaz de las políticas”. Es importante, considera el informe de la OCDE, un equilibrio entre el gobierno central mexicano y las administraciones regionales, así como la participación efectiva de todos los interesados en la educación, dado que “México enfrenta retos para lograr el financiamiento transparente y equitativo de los estudiantes y las escuelas”.
En el caso de los datos que presenta el Reporte Intermedio del Panorama Educativo de la OCDE (cuyos resultados integrales se darán a conocer en la segunda mitad del 2015) se advierte que el desempleo aumentó de 2 a 4 puntos porcentuales para todos los niveles educativos en la pasada década, pese a que la reserva de capital humano calificado “creció año con año y alcanzó nuevos máximos” año con año. En los países del organismo, destaca el estudio, hay una disminución del 8% de los jóvenes entre 25 a 34 años que no han terminado el bachillerato; pero en México, apunta, “el 52% no ha logrado concluir la educación media superior”. En las naciones de la OCDE aumentó en un 10% el número de egresados universitarios.
En México, subraya la OCDE, “las tasas de desempleo aumentan, conforme se incrementa el nivel educativo. Es decir, la posibilidad de encontrarse fuera del mercado laboral es más alta para quienes concluyeron sus estudios universitarios, que para aquellos que no lograron cursar el bachillerato, pues entre los primeros la tasa de desempleo es de 7.9% en el rango de 25 a 34 años”.