Más de 80 académicos e investigadores de 24 entidades de la UNAM publican un desplegado en que invitan a la comunidad universitaria a trabajar juntos para iniciar una nueva etapa más democrática, transparente y de espíritu crítico en la Máxima Casa de Estudios.
Los firmantes celebran el rechazo manifiesto por parte de vastos sectores de la comunidad universitaria a la posibilidad de una imposición del nuevo Rector desde Los Pinos.
Sin embargo, los académicos también señalan que “el continuismo equivale al retroceso” dentro del alarmante contexto actual de crisis nacional.
Convocan a efectuar el próximo semestre un primer foro deliberativo en la Máxima Casa de Estudios.
Más de 80 académicos e investigadores de 24 entidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) exhortaron al rector designado para el periodo 2015-2019, Enrique Luis Graue Wiechers, a pasar de los pronunciamientos a la acción y tomar en cuenta a la comunidad universitaria para la definición de las políticas institucionales en la casa de estudios.
Los universitarios dieron a conocer un documento titulado “Carta abierta a la comunidad de la UNAM” en el que señalan: “Durante los últimos meses, numerosos colectivos de estudiantes, profesores y trabajadores universitarios se han pronunciado a favor de una transformación en la universidad. En sus primeras declaraciones como rector electo, el doctor Graue ha enfatizado la importancia de tener una institución ‘capaz de indignarse ante la injusticia y la inequidad’ y ha mencionado su apertura a la posible celebración de un Congreso Universitario, así como a ‘analizar otras posibilidades’ con respecto al procedimiento de selección de los directivos”.
Quienes suscriben el documento afirmaron que le tomarán la palabra: “Ha llegado la hora de pasar de los pronunciamientos a la acción y poner nuestra universidad a tono con la realidad del siglo XXI. Para ello la comunidad universitaria reclama ser sujeto activo en la definición de las políticas institucionales.”
Agregaron que durante “el proceso de consulta y de deliberación muy poco democrático”, que encabezó la Junta de Gobierno para designar al sucesor del rector José Narro Robles, “vastos sectores de la comunidad rechazaron la posibilidad de una imposición desde Los Pinos”, lo que –desde su concepción– influyó de forma decisiva en la decisión final: el nombramiento de Graue.
Sin embargo, señalan que “el continuismo equivale al retroceso” y que “este logro tendría que marcar el inicio de una nueva etapa en la universidad, más democrática, participativa, autónoma, crítica y siempre gratuita.”
Por ello, convocan a que el próximo semestre se realice un primer foro deliberativo universitario, “con el fin de identificar reformas clave y proponer acciones concretas para fortalecer la democratización, la transparencia y la voz pública de la universidad.”