En 2017 se propuso para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) un presupuesto de siete mil 300 millones de pesos, cantidad menor en mil 800 millones de pesos a este año, lo que pone en “riesgo” la realización del Censo Agropecuario.
El presidente de organismo, Julio Santaella Castell, informó que como todos los órganos autónomos del Estado, el INEGI recibiría el año próximo un presupuesto acorde con las dificultades de las finanzas públicas.
En entrevista tras la inauguración del “Foro latinoamericano de información geoespacial”, dijo que el paquete económico 2017 propone un presupuesto para el INEGI “por debajo de lo que nosotros hubiéramos anticipado”.
Por ello, argumentó, el Instituto tendrá que hacer algunas “economías y una priorización de proyectos para ajustarse a los recursos que reciba el año próximo, ya que el presupuesto previsto es de siete mil 300 millones de pesos, menor en mil 800 millones a este año.
Ante este ajuste presupuestal, reconoció que “está en riesgo” la realización del Censo Agropecuario, el cual se levanta cada 10 años, pero “parece que ha sido el patito feo de los censos y espero que no suceda otra vez que tengamos que reevaluarlo o verlo con otros ojos”.
Según señaló, en 2017 se preveía destinar unos mil 600 millones de pesos para levantar el Censo Agropecuario, y su suspensión impediría conocer la cantidad de producción, condiciones socio-demográficas de los productores, implicaciones medioambientales o uso de fertilizantes, entre otros.
El Censo Agropecuario se levanta cada 10 años en las fechas terminadas en el número uno, lo que debió ocurrir en 2001, pero fue suspendido ese año también por problemas presupuestales y se levantó hasta 2007, con lo cual tendría que efectuarse en 2017.
Sobre si acudirá al Congreso de la Unión a solicitar mayores recursos para el INEGI, dijo que buscará mostrar responsabilidad fiscal, y si el Poder Legislativo estima prioritario tener más información del sector agropecuario, entonces el organismo debería tener más presupuesto para ello.
“La dimensión del Censo Agropecuario es de tal magnitud que difícilmente podríamos nosotros eliminar muchos otros proyectos para poder hacer esto”, argumentó Santaella Castell, al estimar que los legisladores tienen una responsabilidad muy grande sobre sus hombros al evaluar los distintos proyectos y determinar cuáles son los más importantes a nivel nacional.
Por otra parte, el funcionario informó que el INEGI mantiene el diálogo con el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social (Coneval) sobre el Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS-2015), mediante el cual se estiman los indicadores de pobreza del país, y que pronto se dará información al respecto.
Durante el “Foro latinoamericano de información geoespacial”, destacó que se vive una revolución de datos geoespaciales que lleva a las oficinas nacionales de geografía a redefinirse.
Subrayó que la información geoespacial debe tener un enfoque al usuario, en su oportunidad y detalle, y para ello deben aprovecharse las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Santaella Castell consideró que se tiene la oportunidad de potencial el valor de la información estadística al georreferenciarla, además es necesario garantizar la interoperabilidad de la información a través de la adopción de normas y marcos comunes.