El mexicano Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) podría vender materiales para el muro fronterizo que ha prometido construir el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, con el que busca impedir el ingreso de migrantes ilegales, dijo el martes el director general de la compañía.
La muralla, que según Trump sería financiada con las remesas que envían los mexicanos que viven en Estados Unidos, recorrería un vasto desierto y montañas a lo largo de la frontera más transitada del mundo, de unos 3 mil 200 kilómetros de longitud.
En una entrevista, Enrique Escalante, dijo que la empresa, donde el gigante Cemex tiene una participación indirecta de un 23 por ciento que planea vender, podría tomar parte en la obra suministrando a los constructores parte del concreto y el cemento necesarios para su ejecución.
"No podemos ser selectivos", comentó el directivo de GCC, que tiene su sede en el fronterizo estado mexicano de Chihuahua. "Somos un productor importante en esa zona y tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados de la frontera", añadió.
Según Escalante, la firma también podría beneficiarse de las promesas de Trump de impulsar otros importantes proyectos de infraestructura y energía en el mercado estadounidense -donde GCC tiene tres plantas- y que supone un 70 por ciento de sus ventas totales. El 30 por ciento restante proviene de México.
"Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria", dijo el ejecutivo, que ve otro elemento a su favor en la caída del peso mexicano, que se hundió a un nivel mínimo histórico tras la victoria del magnate inmobiliario.
El viernes GCC anunció que una de sus filiales en Estados Unidos había cerrado la adquisición de varios activos de Cemex en estados fronterizos de Estados Unidos por 306 millones de dólares.
Las acciones de la compañía ganaban un 1.59 por ciento en la bolsa local a 64.0 pesos, su precio más alto desde enero del 2008.