Rocío Miranda Pérez, Presidenta de Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, Rocío Miranda, alertó que en el medio rural poco más de 30 millones de habitantes se encuentra en riesgo quedar en la “zona del silencio” y quedar como “analfabetas cibernéticos” por la
segregación digital educativa, financiera y productiva que padecen por falta de infraestructura tecnológica, educativa y de comunicaciones.
Indicó que aun cuando se prevé, el próximo año arrancar el Nuevo Modelo Educativo y existen Reformas Estructurales en materia laboral y energética así como de comunicaciones, éstas serán insuficientes si antes no se alfabetiza a las viejas y nuevas generaciones en el campo, población que en su mayoría no tiene ni acceso al internet como para alcanzar los programas sociales del Estado.
Lo anterior se sustenta, dijo, en el hecho de que actualmente solo uno de cada tres mexicanos tiene acceso en su hogar a internet u otros medios tecnológicos cuando el reto, tan solo rumbo al 2030, debe ser que todos los mexicanos accedan a las tecnologías educativas de última generación, sin embargo la realidad muestra que la infraestructura en la materia es escasa o nula en zonas rurales.
En este orden de ideas, indicó que lo anterior reclama un compromiso político pues incluso, ni funcionarios ni candidatos a elecciones populares hablan de la digitalización e inclusión de la sociedad rural a las nuevas tecnologías.
Miranda Pérez, que la cobertura nacional en infraestructura es indispensable pues no hacerlo, este factor puede ser una amenaza al no tener la capacidad de conectar a la población del medio rural a la vida digital y con ello estarán en el desconocimiento, en la inexistencia, en el silencio rumbo al 2030 cuando el 80 por ciento de su población será urbana y el 20 por ciento restante, rural.
Todo este panorama demuestra, expuso, que México no está preparado para tener campesinos digitalizados, “tenemos analfabetas cibernéticos, algunos llegan a aprender a través de sus hijos”.
Por ello, “el carecer de estos esquemas, es complicado pues no solo es el acceso al Internet, si no a los programas, a las plataformas o a los requisitos que plantean los programas federales”.
En buena parte, agregó, algunos campesinos dependen mucho de las organizaciones sociales y de despachos que han proliferado en el campo porque suben la información y hacen las solicitudes a través internet.
Comentó que esta problemática va más allá pues hasta el “mismo padrón de productores que Sagarpa ha querido impulsar, muestra serios problemas ya que no han tenido la capacidad de empadronar a todos los productores este país”.
De tal suerte que antes de seguir con programas como Prospera, el Gobierno Federal debería generar uno de inclusión social como en su momento lo planteó, José Antonio Meade, actual Secretario de Hacienda cuando fue Secretario de Desarrollo Social con el propósito de dejar los subsidios, generar capacidades e innovación en los campesinos así como inclusión financiera.
Finalmente recordó que en México 65 millones de personas de seis años o más, utilizan los servicios de internet sin embargo los desafíos son la actualización de conocimientos e innovación para superar los rezagos.