Rosi Orozco sostuvo que las acusaciones en su contra sólo tratan de confundir a la sociedad, a pesar de información documentada que la señala como la operadora de una red de tráfico de influencias, para beneficiar a su empresas mediante la
obtención de contratos de adjudicación directa a cambio de dar reconocimientos públicos a funcionarios locales y federales en la supuesta lucha en contra de la trata de personas.
Luego de participar en la inauguración de la Primera Cumbre Hemisférica sobre Trata de Personas, la presidenta de la organización no gubernamental Comisión Unidos contra la Trata, evadió los cuestionamientos de la prensa y sólo atinó a decir que hay una persecución política en su contra.
La semana pasada, la senadora del PAN, Adriana Dávila Fernández, denunció ante el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que desde el gobierno federal y algunos locales se apoya con recursos millonarios a Orozco y su familia, quien ha hecho de la tragedia de muchas mujeres explotadas su millonario negocio particular.
Señaló que la senadora del PAN, Adriana Dávila, presidenta de la Comisión contra la Trata de Personas, busca cambiar la iniciativa de ley atorada en la Cámara de Diputados desde hace un año.
Dicha iniciativa salió del Senado por unanimidad pero en su momento fue impulsada por el PRI, PAN y PRD.
En medio del escándalo, la ex panista Rosi Orozco expresó: “No voy a detenerme de ayudar a los demás y que no se trate de confundir a la gente con muchos datos que aventó que realmente confunden a quienes no conocen el trabajo. Eso es lo grave de México, que la gente desde la más alta tribuna de esta nación puede soltar acusaciones, simplemente yo voy a seguir trabajando".