La propuesta de la reforma hacendaria presentada recientemente por el Ejecutivo, pone en riesgo operaciones fundamentales de la industria automotriz, ya que plantea gravar con el IVA a las importaciones de material de ensamble y de maquinaria y equipo que se traen mediante el depósito fiscal, lo que implicaría un incremento en el costo de producción y pérdida de competitividad.
Explicó lo anterior el presidente de la Comisión Especial de la Industria Automotriz y del Acero, diputado Salvador Romero Valencia (PRI), tras precisar que la reforma también contempla un gravamen adicional del 10 por ciento sobre el pago de dividendos al extranjero y propone eliminar la deducción inmediata de las inversiones en activos fijos, un instrumento vital para promover nuevas inversiones.
Por tal motivo, el diputado, anunció que se llevarán a cabo mesas de diálogo con los sectores der ramo y funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para evitar que la reforma hacendaria afecte a este sector.
La reforma hacendaria también plantea disminuir la deducibilidad de vehículos de 175 mil pesos a 130 mil pesos, además de una reducción a la deducción del arrendamiento de 250 pesos diarios a 200 pesos, lo que tendría un impacto en las ventas de autos nuevos
Por ello, el legislador manifestó su preocupación por la reforma y subrayó que es necesario establecer un diálogo con el Ejecutivo a través de la Secretaría de Economía para buscar que las medidas del paquete hacendario no afecten a la industria automotriz.
“Estamos a tiempo de buscar alternativas que, sin contravenir el interés público, permitan que esta industria siga siendo bandera de calidad y trabajo para México, generadora de empleos bien pagados y factor indispensable para el crecimiento económico”, afirmó.
El legislador recordó que durante los últimos años la industria automotriz ha sido el motor de crecimiento de la economía mexicana. En el 2012, la producción de vehículos alcanzó el octavo lugar a nivel mundial y el quinto en la fabricación de autopartes.
El sector generó casi 36 millones de dólares de divisas netas, muy por encima de las generadas por las exportaciones de petróleo, el turismo o las remesas provenientes de Estados Unidos.
Mientras que la producción y exportación de vehículos y autopartes es sin duda el resultado de procesos de manufactura de clase mundial en nuestro país y esquemas de facilitación aduanera y fiscal, que han permitido alcanzar los primeros lugares en competitividad a nivel mundial, generando cerca de un millón de empleos en todo el país.
Romero Valencia reconoció que los esquemas de facilitación de negocios instrumentados por el propio gobierno federal han permitido llevar a cabo operaciones de comercio exterior y procesos de manufactura cada vez más sencillos y automáticos, en un entorno de producción y cadena de suministro altamente globalizado como el de este sector.
De la producción nacional de vehículos y autopartes, el 84 por ciento tiene como destino los mercados de exportación. Como la mayoría de empresas automotrices son multinacionales muy grandes, los controles instrumentados por el Ejecutivo Federal han sido muy eficaces y transparentes, facilitando aún más los negocios y promoviendo nuevas inversiones de la industria automotriz en México.