En los últimos ocho años, la tasa de indigentes en México se ha incrementado en 40%, como consecuencia de la falta de empleos, así como los ingresos menores al salario mínimo que no les permiten acceder a una canasta básica de alimentos.
Estas causas sustanciales, también han provocado que 11.5 millones de mexicanos vivan en la pobreza extrema y que más de
14 millones de habitantes de México sean ahora indigentes.
Esta situación es alarmante y requiere de urgente atención, consideró la diputada federal Cristina Olvera Barrios, de Nueva Alianza, quien consideró necesario impulsar programas como Prospera, para que los ciudadanos que viven en las calles, sin empleo y con familias disfuncionales, puedan tener una vivienda y asegurar su alimentación, además de insertarlos en el mercado laboral con la remuneración suficiente para cubrir sus gastos.
Además, porque la tasa de mortalidad entre estas personas es siempre más alta y se incrementa en épocas invernales, ya que carecen de un lugar para resguardarse del frio y se les ve en parques o calles cubriéndose con cartones y periódicos.
La también secretaria de la Comisión de Desarrollo Social del Palacio de San Lázaro, insistió en la necesidad de seguir fortaleciendo los programas ya existentes para combatir la pobreza extrema, para dar apoyo a los indigentes que se caracterizan por no tener una vivienda convencional y por tener vínculos familiares quebrantados.
Esta situación, dijo, no les permite educar a sus hijos, estar preparados para poder tener un trabajo o los orilla a la delincuencia y les hace víctimas de la drogadicción, discriminación, violencia y enfermedades mentales.
“Los derechos a la vivienda digna, a la alimentación nutritiva y a la educación de calidad deben ser una realidad para todos los mexicanos, lo contrario a ello necesita solución inmediata y certera”.
Finalmente, Cristina Olvera aseguró que es responsabilidad del Estado hacer que los programas ya existentes sean funcionales y den los resultados que se esperan, “necesitamos ver que los índices de indigencia bajen, que estas personas tengan asistencia social, que puedan alimentarse correctamente y tener un techo que les proteja”.