Más de la mitad de niños en México vive en pobreza: Unicef

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De acuerdo con el informe anual correspondiente a 2014, la oficina en México del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef), más de la mitad de los 40 millones de niños y adolescentes que viven en México permanecen en situación de pobreza, y de ellos alrededor de 4.7 millones están en pobreza extrema, por lo que urgió a atender prioritariamente a los menores indígenas.


Precisó que en la región sur-sureste de México más de 60 % de los niños, niñas y adolescentes viven en condiciones de pobreza. Indicó que, en colaboración con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), actualizó el estudio sobre pobreza y derechos sociales de los niños.
Aunque reconoce que gracias al suministro de hierro, ácido fólico y vitamina A, la situación nutricional de los menores en México ha mejorado, señala que 1,5 millones de niños y niñas menores de cinco años presenta desnutrición crónica. Mientras que en zonas rurales, uno de cada tres niños padece esta condición y en los menores indígenas la tasa es más del doble que en los menores no indígenas.
En cuanto a salud, la tasa de mortalidad en niños y niñas menores de cinco años sigue siendo alta en estados como Guerrero, Chiapas, Puebla y Oaxaca, a pesar de que la tasa nacional ha disminuido considerablemente en la última década. Más de una cuarta parte (27,5 %) de los niños y niñas menores de un año carecen de acceso a los servicios de salud.
Al respecto, Isabel Crowley, representante de Unicef México, explicó que lo que se busca es que más niños vayan a la escuela y que estén protegidos ante cualquier situación que pueda afectar su desarrollo. De hecho, destacó, "nuestro trabajo se ha centrado en mantener una relación estrecha con el Gobierno de México y todos los actores sociales para estar ahí, en el momento justo, para impulsar las acciones que beneficien a la niñez”.
Unicef en México se enfocó en asegurar que sus programas lleguen a los niños y niñas que se encuentran en mayor desventaja y condiciones de vulnerabilidad, explicó Crowley. Así como que, tanto la infancia como la adolescencia tengan acceso a una educación de calidad e inclusiva, y que participen de manera activa en su comunidad; de igual forma que cuenten con un entorno que en todo momento los proteja y garantice sus derechos.
El esquema de trabajo implica alianzas con la academia, empresas, la sociedad civil y los distintos niveles de gobierno, con quienes en 2014 trabajó en forma coordinada para lograr que las iniciativas tuvieran impacto a largo plazo, todo según un comunicado de Unicef México. En este sentido, explicó que los esfuerzos coordinados de las personas, las empresas y las instituciones con Unicef son los que hacen posible su labor por la niñez mexicana, aunque reconoció que prevalecen aún retos ante fenómenos como la migración de niños que viajan solos o la disminución en los índices de lactancia materna.
"Es necesario potenciar la creatividad y participación de todos para garantizar el pleno desarrollo de la niñez y la adolescencia en México", puntualizó. El 40% de la población mexicana vive en pobreza por cuestiones laborales y bajo crecimiento.

40% DE LA POBLACIÓN EN CONDICIONES DE POBREZA
Por otra parte el 40 por ciento de la población mexicana se encuentra en condiciones de pobreza por razones laborales, situación agravada por la caída del salario mínimo, señala Saúl Escobar, profesor investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) e integrante del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo.
En la revista Economía UNAM, el experto señala que estas percepciones constituyen un indicador del estado financiero de un país, pues su aumento establece crecimiento y su merma, crisis.
Para el autor, en México existen dos etapas definidas en la evolución de estos emolumentos. La primera (de 1954 a 1982) se caracterizó por una pujanza constante reflejada en una economía estable y la segunda (de 1982 a 2014), por dificultades. En la primera fase de 28 años, en México como en otros países, los sueldos aumentaron durante la posguerra como parte de un círculo virtuoso de expansión; sin embargo, la modernidad del milagro mexicano se reflejó en altos niveles de pobreza y atraso en áreas rurales.
Además, se fortaleció el autoritarismo, pues la oposición política era reducida. A partir de la década de 1980, la economía comenzó a decrecer. Esta situación lleva 30 años, aún sigue y se caracteriza por una caída del pago mínimo, traducida en miseria y desigualdad no sólo en el campo, sino en el país.

SUELDOS POR ABAJO DEL ESTÁNDAR DE BIENESTAR: CONEVAL
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Derecho Social (Coneval), los trabajadores que reciben estos sueldos viven por debajo del estándar de bienestar. Entre 2005 y 2014, este ingreso no fue suficiente para satisfacer las necesidades elementales en las zonas urbanas (su cobertura osciló entre 81 y 77 por ciento). Y si se considera no sólo al trabajador, sino a la familia, los índices se desploman. Escobar enfatizó que según el criterio de la CEPAL, para que un hogar de cuatro miembros (dos de ellos perceptores de recursos) supere el umbral de la pobreza, la relación entre el salario mínimo y el valor de la línea de pauperización debe ser superior a dos. Para el experto es necesario un cambio en la política salarial para inducir una nueva dinámica donde el crecimiento de la demanda interna aliente la producción y productividad y, en consecuencia, los niveles de empleo e ingresos poblacionales. Así, un aumento de los salarios mínimos en México tendría dos propósitos: reducir la pobreza y ofrecer mayor protección social a los trabajadores más vulnerables, concluye el especialista.

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