Con el cambio del mercado petrolero a nivel internacional, México está urgido para que Petróleos Mexicanos acelere la reconfiguración del sector de refinación ya que de no hacerlo el país quedaría fuera de la competencia internacional en venta de gasolinas y derivados como el diesel, explicó Ramsés Pech, analista petrolero.
Entrevistado por el reportero Rubén Labastida, en ausencia de su titular Eduardo Ramos Fusther, para la emisión radial de “ El Punto Crítico” que se transmite en la 1470 de Amplitud Modulada, dijo que esto es algo serio que se debe evaluar en la Secretaria de Energía ya que rápidamente Estados Unidos con el cambio estructural de sus industria petrolera va dejando de ser importador de combustibles e hidrocarburos para convertirse en competidor director de Pemex en la venta de crudo.
En un momento en que México pasa por aprietos financieros ante la caída de los precios del petróleo, justo cuando abrió su sector energético a la inversión privada, hay otro riesgo en el horizonte: Estados Unidos, el productor de crudo más importante del mundo, que se convertiría en un peligroso rival petrolero.
En agosto pasado, México y EU acordaron un intercambio de 100,000 barriles diarios de petróleo. A la economía nacional le conviene tener petróleo ligero estadounidense para producir más gasolina, pero para el vecino del norte es sólo el primer paso de un plan mucho más grande.
El analista explicó que la Cámara de Representantes y el Senado discuten una iniciativa para terminar con una ley que ha prohibido por más de 40 años las exportaciones de crudo de EU, salvo contadas excepciones. El Subcomité de Energía de la Cámara de Representantes aprobó la iniciativa que avanza en el Congreso, y a finales de año podría ser ley para que EU vuelva al mercado petrolero.
“Aunque no se puede medir qué tan grandes serán, afectarán directamente al gobierno mexicano, que trata de depender menos del petróleo en un mercado de precios deprimidos”, dijo .
Ramsés Pech explicó que por ello se debe tomar en serio la creación de nuevas refinerías y del mejoramiento del sector petroquímico del país ya que de no hacerse el país se convertirá en el mediano plazo en un importador de crudo y diversos derivados del petróleo.
Actualmente, el vecino del norte puede exportar petróleo crudo solamente a Canadá o mediante un intercambio con otros países.
Ramsés Pech, experto en materia energética y consultor en Caraiva y Asociados, esta restricción a las exportaciones hizo que Estados Unidos se convirtiera en un productor importante de productos refinados, como gasolina y diesel. “Ellos vieron que el negocio no está en la exportación de hidrocarburos, sino en la transformación”.
Estados Unidos tiene 142 refinerías y abarca 22% de la industria de la refinación total en el mundo, agrega el especialista.
Ramsés Pech, ha explicado que con la prohibición de las ventas al exterior, la producción de petróleo crudo cayó a 6.8 millones de barriles diarios de petróleo (bdp) en 2006. Pero con la revolución del gas shale, la extracción por perforación hidráulica (fracking), extracción horizontal y otras técnicas, la industria energética estadounidense renació hasta alcanzar una producción de 8.7 millones bdp, según datos de la agencia de Administración de Información de Energía estadounidense (EIA, por sus siglas en inglés). Para finales de 2015, prevé que la producción llegue a 9.22 millones de bdp.
Explicó que otro efecto inmediato será que los precios internacionales de petróleo seguirán deprimidos, lo que puede complicar la llegada de más empresas privadas a explotar campos en México. “No esperemos que el barril esté por arriba de los 60 dólares en los próximos tres o cuatro años”, dice Ramsés Pech, y agrega que México tiene que ser atractivo para que más empresas entren a la Ronda Uno (subasta de campos), siempre y cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reevalúe cuánto quiere percibir por los contratos que se otorguen.
Dijo que en un momento en el que el gobierno mexicano pelea para seguir manteniendo atractiva su apertura energética para la inversión, puede surgir un competidor con mucho más potencial. Así lo expone Hogan Lovells BSTL en otro análisis: Las inversiones extranjeras en los activos de petróleo y gas de Estados Unidos se han incrementado dramáticamente desde que empezó el auge del shale oil. Pero hay espacio para más inversión, y el fin de la prohibición de las exportaciones estadounidenses de crudo podría dar a los inversionistas más razones para invertir en la producción estadounidense.”
Asimismo explico que Rusia está exportando más petróleo crudo a China y Japón y superó temporalmente la cuota de mercado de Arabia Saudita en China en mayo de 2015. El potencial de aumento de crudo iraní en el mercado mundial también podría desplazar a las importaciones de crudo de Arabia Saudita, por eso podría ampliar la inversión en refinerías y petroquímicas.
“Esto que afectara a México; pues en la necesidad de acelerar el incremento de la producción de crudo no solo para la exportación, si no en el consumo interno, además implementar estrategias no por PEMEX en la refinación o Petroquímicas, si no considerarse un apartado exclusivo sobre el desarrollo y crecimiento de la industria de transformación ante la apertura de la misma”.
Esto debido a que estamos utilizando una mayor cantidad de crudos ligeros para estabilizar nuestra mezcla mexicana de exportación y una disminución de los mismos en la refinerías, ante esto el SWAP que estamos por realizar con EU, es un precedente no para México, si no para EU.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener) hay seis grandes refinerías en México. Tres de ellas tienen unidades de coquización, lo que representa 42% de la capacidad total y pueden producir gasolina de bajo azufre. Las otras tres refinerías no tienen coquizadores y unidades de mejoramiento. En consecuencia, producen sólo cantidades limitadas de productos de bajo azufre y no están bien configurados, para procesar petróleo crudo acido pesado.