El diputado Julio Saldaña Morán (PRD), secretario de la Comisión de Energía, aseguró que no existe suficiente inversión en ciencia y desarrollo tecnológico y sostuvo que nuestro país, a pesar de que cuenta con más de 10 mil kilómetros de litoral, no tiene ni un sólo centro de biotecnología marina y solamente hay 6 especialistas en la materia.
Durante el foro Investigación en Ciencias y Tecnologías Nucleares: Realidades y Perspectivas, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, donde investigadores y especialistas se pronunciaron en contra del recorte de recursos para el sector, Saldaña Morán pidió analizar la creación de una Secretaría de Ciencia y Tecnología. Subrayó que mucho ayudaría al sector, debido a que México cuenta con más de 23 mil científicos registrados.
Urgió a incrementar los montos para investigación y desarrollo en diferentes aspectos como energía y salud. “Un país que invierte en la ciencia domina la economía”, destacó.
“En 6 años más tendremos cerca de 30 millones de adultos mayores y no hay un centro de estudios del envejecimiento; nos va a salir muy caro”.
Afirmó que México ya no es un país competitivo en tecnología, sino dedicado a maquilar. “No creamos, presumimos la gran venta de automóviles, pero sólo somos maquiladores”.
Informó que impulsarán al legislativo a reunirse con expertos en ciencia y tecnología para estudiar, mejorar y promover incrementos al presupuesto del sector.
A nombre del Comité Nacional de Estudios de la Energía, Francisco Javier Carrillo aseguró que ante la caída de los precios del petróleo a nivel internacional y la limitación en la generación de energías renovables, México tiene un enorme potencial para el desarrollo de energía nuclear.
“La ciencia y tecnología son estratégicas, para cualquier proyecto de nación”, sostuvo.
Explicó que desde el año 2000 se impuso a los organismos e institutos de investigación generar sus propios recursos, por lo que se ven obligados a distraerse en brindar servicios tecnológicos y no se enfocan en el desarrollo e innovación.
El secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Federico Ovalle Vaquera, dijo que la asignación del PEF 2016 para el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), prevé una disminución de 49 millones de pesos respecto del presupuesto 2015. “Si consideraran la importancia de la ciencia en muchos campos de la vida nacional, no tendrían este trato”.
Pidió abrir las puertas de la Comisión de Energía para que investigadores expliquen al Legislativo la importancia del ININ para el desarrollo nacional, ya que “si no se entiende, difícilmente se conseguirán los apoyos necesarios”.
Legislación en la materia
Cabe destacar que pocos países cuentan con la capacidad tecnológica para aprovechar las bondades de los océanos. En 2009 casi 70% de las solicitudes de patentes procedentes del mar se concentraba en Estados Unidos, Alemania y Japón.
Así entonces, se trata, de una materia prima casi invisible, lo que lo convierte en terreno abonado para la biopiratería. Esta consiste en hacerse con el recurso marino sin permiso del dueño, es decir, el país donde vive el organismo, ya que para pedir una patente no es necesario detallar su procedencia.
Hay que recordar que el pasado mes de octubre, después de 12 años de trabajo y negociaciones, entró en vigor el Protocolo de Nagoya de Naciones Unidas en el marco del Convenio sobre Biodiversidad, que establece entre otras cosas que los buscadores de riqueza genética tendrán que pedir permiso al país dueño de los recursos, compartir conocimiento y tecnología durante las investigaciones y, si acaban obteniendo un beneficio a su costa, repartirlo.
Aún queda por resolver qué pasa en la mayor parte (65%) del ancho mar: las aguas internacionales. Hay quien sostiene que allí los genes no tienen dueño y, por lo tanto, son del primero que los encuentre, y hay quien defiende que son de todos, un bien común y, como tal, sus beneficios se han de repartir de algún modo, con dinero para fondos internacionales de investigación o conservación de la diversidad, como se hace ya con otros recursos como los mineros, energéticos o alimentarios.
Bondades de la biotecnología marina
Equipamiento médico y biomateriales Productos de origen marino que se emplean como biomateriales de uso quirúrgico y como componentes de aparatos de uso ortopédico y cardiovascular, así como componentes de formulación de fármacos.
Productos farmacéuticos Debido a la gran biodiversidad y diversidad química de los océanos, los compuestos de origen marino constituyen una fuente interesante de compuestos bioactivos.
Productos cosméticos Las algas marinas proporcionan ingredientes que se emplean como encapsuladores de principios activos, antioxidantes e ingredientes cosméticos bioactivos.
Diagnóstico Diversos productos de origen marino se emplean como reactivos de laboratorio.
Agricultura Ingredientes de origen marino se emplean en alimentación animal y acuicultura, así como herbicidas y pesticidas de interés.
Energía Las microalgas y las bacterias fotosintéticas constituyen una apuesta prometedora como fuente para la obtención de hidrógeno de origen biotecnológico y para la obtención de biodiesel.