Rocío Miranda Pérez, Presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, dijo que es inadmisible que el salario de un jornalero agrícolas, que en el país son cerca de 5 millones, no aparezca en el tabulador de los 59 salarios profesionales del Comisión Nacional de Salarios Mínimos cuando estos trabajadores perciben un ingreso de 84 pesos por una jornada de entre 8 y 12 horas diarias sin prestaciones.
Ante esta irregularidad, la dirigente campesina exigió sean considerados en esta presunta negociación para determinar, antes de que concluya el año, el nuevo salario mínimo general y censuró la actitud de los dirigentes sindicales como Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTM y Congreso del Trabajo así como de la CROC, Isaías González Cuevas, de no pronunciarse en el debate entre Coparmex, CCE, el Jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Angel Mancera y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, para un ajuste al minisalario.
Sin embargo, los líderes de la CTM, CT y CROC, ”regentean” los contratos colectivos de trabajo en el Valle de San Quintín en Baja California, donde ante estas circunstancias los jornaleros que ahí laboran formaron el Sindicato Independiente Nacional de Jornaleros Agrícolas que no obstante de haber logrado el registro en 2016, les han negado la firma de un contrato colectivo de trabajo en beneficio de los más de 80 mil trabajadores que hay en la región.
Por lo anterior, exigió a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social así como al sector empresarial y a los organismos sindicales antes citados, que esta actividad se reintegre en el padrón de los salarios profesionales de la CONASAMI toda vez que existen contratos colectivos de trabajo y no pueden ser “invisibles” para estos temas de agenda nacional.
Rocío Miranda Pérez, líder de la UFIC, destacó que mientras en el país “pagan salarios de hambre con 10 a 12 pesos la hora”, en los campos agrícolas estadounidenses pagan 10 dólares la hora de tal suerte que se hace indispensable ubicar el ingreso general mensual en por lo menos 150 pesos la jornada de 8 horas.
La líder campesina, consideró que en la discusión de la Nueva Cultura Salarial iniciada por la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), deben integrarse los verdaderos representantes de los jornaleros agrícolas toda vez que en el país existen cerca de 5 millones aunque el INEGI reporte, hasta el 2016, que México hay más de 2.3 millones de personas que trabajan como jornaleros, de ellos el 88 por ciento son hombres.
Detalló que los estados con más población jornalera agrícola son: Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Veracruz, de tal suerte que no pueden quedar en el olvido cuando su ingreso apenas alcanza los 84 pesos por una jornada de 8 horas sin considerar prestaciones, mientras que un operador de maquinaria agrícola percibe 111.25 pesos; un manejador de granja agrícola 94.74 pesos y un vaquero de ordeña 95.92 pesos.
Estos tres últimos, agregó, sí están incluidos en el tabulador de los 59 salarios profesionales del Comisión Nacional de Salarios Mínimos, en los apartados 32, 33 y 56.
Así, con esta información y con el hecho de que existe una propuesta empresarial concreta para que el salario mínimo general sea de 92.70 pesos en el segundo semestre del año pues hay condiciones económicas para hacerlo, la líder de UFIC se pronunció por mejorar la del jornalero agrícola en por lo menos 150 pesos.
Señaló que si salario mínimo de México es el tercero más bajo de la región de América Latina, de apenas 129 dólares mensuales, el del jornalero agrícola está peor pues mientras aquí son 84 pesos por 8 horas, en Estados Unidos son 10 dólares por hora, es decir cerca de mil 900 pesos por hora, una diferencia abismal.