El vicecoordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Asamblea Legislativa, Raúl Flores, aseguró que el “paupérrimo” aumento de 8.32 pesos al salario mínimo anunciado el día de
hoy por la Comisión Nacional de salarios Mínimos (Conasami) ratifica la demanda de dicho instituto político de que esa instancia gubernamental desaparezca por resultar un órgano represivo del Estado que solo representa los intereses de los patrones y castiga el poder adquisitivo de los trabajadores.
“Los argumentos utilizados un año más por la Conasami para aprobar dicho aumento, que dice que es para fortalecer el crecimiento económico y para contrarrestar la inflación, son inaceptables, pues se ha demostrado hasta la saciedad que si no se reactiva el mercado interno no habrá posibilidad alguna de mejorar la situación económica de las mexicanas y los mexicanos, sobre todo cuando el país requiere una verdadera revalorización del ingreso de sus trabajadores para poder cumplir con sus más mínimas expectativas de vida.
En entrevista desde las instalaciones de la ALDF, el diputado perredista señaló que a pesar de los malos salarios los trabajadores y trabajadoras mexicanas son altamente productivos, pero que la relación entre los ingresos de quienes detentan el poder económico y quienes componen la planta productiva del país es muy dispareja, por lo que reiteró la propuesta realizada por el Frente Ciudadano por México de instituir a partir de 2018 el ingreso universal ciudadano como mecanismo con el que se busca emparejar las condiciones económicas de la población en general.
“Nunca estaremos plenos ni con una buena relación económica interna si siguen estos salarios de hambre. Este año México da la nota por ser el segundo país con los peores salarios de toda América Latina sólo después de Haití. El gobierno mexicano le está apostando todo a la pauperización del trabajo cuando le tendría que estar apostando al capital humano que tiene México, y lo único real es con estos salarios a los trabajadores no se brinda ninguna posibilidad de contar con un mejor ingreso y con ello tener mejor acceso a la educación y a la tecnología, que permitiría tener mejores oportunidades de tener una mayor expectativa de vida”.
El también presidente del PRD en la Ciudad de México aseguró que con esta decisión el gobierno de Enrique Peña Nieto lleva a los hechos la máxima de Aristóteles, que decía que si quieres tener un pueblo sojuzgado y tiranizado hay que matarlo de hambre.
“Me uno al clamor popular que dice que hay que darle salario mínimo al presidente, para que vea lo que se siente. No podemos seguir aceptando la receta que le está aplicado el gobierno federal año con año a los trabajadores, ya son 31 años de pérdida adquisitiva del salario y eso es demasiado, por eso condeno este aumento que en los hechos es ir para atrás porque ni siquiera cubre el tema inflacionario, ya que es una acumulación de pérdidas de muchos años”, finalizó.