El Senado de la República aprobó una reforma que tipifica por primera vez en México “la violencia política de género” que se vive al interior de los partidos, campañas electorales, dependencias públicas e incluso en el ámbito legislativo.
Durante la sesión ordinaria del Senado se aprobó por unanimidad con 100 votos a favor la reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).
La reforma turnada a la Cámara de Diputados e impulsada por la senadora del PRI, Lucero Saldaña, define la violencia política de género como las acciones agresivas cometidas por una o varias personas que causen daño físico, psicológico o sexual en contra de una mujer o varias, en ejercicio de la representación política.
Asimismo se establece que los actos de violencia política hacia las mujeres serán, entre otros, los impuestos por estereotipos de género, la realización de actividades y tareas ajenas a las funciones y atribuciones de su cargo, proporcionar a las mujeres candidatas información falsa, entre otros.
Se avaló también como obligación del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) promover la formación de liderazgos políticos femeninos y vigilar el respeto a sus derechos políticos, además de establecer y sancionar como infracción al Cofipe toda propaganda política que signifique un acto de violencia política de género.
Igualmente se señala que la violencia política de género la realiza quien restrinja el uso de la palabra en las sesiones de ambas Cámaras del Congreso y su participación en comisiones, comités y otras instancias inherentes a su cargo.
En tribuna, la senadora priista Lucero Saldaña, señaló que “mientras la violencia política continúe sin ser reconocida, seguirá habiendo desigualdad como una práctica común y recurrente”.
A su vez, la legisladora del PAN, Maki Ortiz, dijo que en el propio Senado existe esta “violencia política”, ya que de las 18 comisiones que son presididas por mujeres, sólo dos son de índole económica y en las más importantes tienen menos representación que los hombres.