El cardenal, Norberto Rivera Carrera consideró preocupante que exista un creciente desajuste ético moral en la sociedad mexicana pues mientras los índices de violencia, de injusticias, de robos y asesinatos se incrementan la práctica de la confesión y el reconocimiento de la culpa disminuye en forma significativa.
“En nuestra realidad social se observa un creciente desajuste ético y moral una preocupante deformación de la conciencia en pocos años se ha operado un profundo cambio en nuestra actitud religiosa y moral antes en algunos ambientes todo se consideraba pecado ahora para muchos nada es pecado y pareciera contradictorio la injusticia, la violencia los asesinatos siguen creciendo y la práctica de la confesión ha ido bajando”, dijo.
El prelado ofreció la misa de este domingo a los padres en su día y a aquellas mamás solteras o viudas que enfrentan situaciones adversas ante la ausencia de la figura paterna en sus hogares.
Rivera Carrera también pidió agradecer porque el sismo de 5.8 grados registrado la madrugada de este domingo no provocó daños y pidió a los feligreses estar atentos y preparados antes los acontecimientos naturales aunque llamó a orar por los afectados que dejó el sismo en Nicaragua y por los deportistas mexicanos que competirán en la Copa Confederaciones en Brasil para que con “juego limpio honestidad y ética deportiva sean llevar el mensaje de fraternidad ante todas las naciones”.
Critica silencio de la ONU
La Iglesia Católica denunció que cada año son asesinados 100 mil cristianos, lo que equivale a una muerte cada cinco minutos, aunque hay estimaciones que elevan el número de homicidios, el cual podría ser de entre 130 mil a 170 mil.
En la editorial del Semanario Desde la fe, la iglesia dijo que a los asesinatos de cristianos se suman millones de personas que sufren algún tipo de persecución o restricción de sus libertades por el sólo hecho de haber sido bautizados.
En ese sentido, reprochó que la ONU y las democracias occidentales guarden un silencio que raya en la complicidad de estos asesinatos.
“La ONU, los organismos internacionales y los países poderosos callan –por conveniencia política o económica– frente a estos vergonzosos crímenes e inhumanas persecuciones”, expuso.