Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Tras aseverar que el Movimiento del 68 logró que el país fuera una democracia verdadera, el presidente, Enrique Peña Nieto, dio a conocer que las tormentas tropicales Ingrid y Manuel dañaron 569 mil hectáreas de tierra cultivable, por lo que aseveró que castigará a aquellos oportunistas que abusen del precio de los alimentos.
Por ello, instruyó a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a que acelere los procesos de indemnización para que las familias mexicanas “no pierdan más de lo que han perdido”, por lo se comprometió a combatir los trámites burocráticos para la entrega de dicha asistencia.
Junto a productores agrícolas y ganaderos, destacó que de 22 millones de hectáreas cultivables en el país, solamente se dañó medio millón, sin embargo aseveró que dichas pérdidas pudieran afectar la economía de muchos mexicanos.
Explicó que de esta forma, quienes tenían una cobertura de seguro en sus cultivos serán indemnizados, mientras que para aquellos que no hubieran estado cubiertos por un seguro está el Componente de Atención de Desastres Naturales en el Sector Agropecuario y Pesquero (Cadena) que se otorga a los campesinos que sufrieron pérdidas de sus cultivos por algún fenómeno natural.
Remarcó, que seguirá trabajando por el desarrollo del campo mexicano, aceptando que con ello se alimentan más de 100 millones de mexicanos que viven dentro del territorio nacional, por lo que dijo que combatirá tal desabasto de alimentos.
Señaló que “México debe seguir trabajando en favor de la seguridad alimentaria, en ser cada vez más autosuficientes, depender menos del exterior y tener la capacidad para asegurar una mayor producción de nuestro campo y de la actividad ganadera de nuestro país”.
Añadió que “México está en la obligación de garantizar su seguridad alimentaria y de hacer de nuestro campo y de la actividad ganadera una que sea más productiva, más rentable, que depare ingresos más justos y dignos para quienes viven de esta ella”.
Aseguró que para ello el Gobierno de la República viene instrumentando políticas públicas para asegurar que cuando el campo se vuelva más productivo y disminuyan los costos de producción, los consumidores finales también se vean beneficiados por esa disminución de costos.
El Titular del Ejecutivo Federal indicó que el Gobierno de la República se ha propuesto darle curso a cambios de orden estructural “para posibilitar que México pueda tener una ruta para un mayor crecimiento económico y desarrollo social”.
Recalcó que México tiene que transformarse y acelerar su paso; “ese es mi llamado, a que entre todos, de manera solidaria, asumamos este nivel de compromiso, que entendamos que debemos de cambiar, no permanecer pasivos”, expresó.
Como las primeras acciones para combatir el desabasto de alimentos, EPN instruyó a la Sagarpa y Conagua a que tomen acciones para aprovechar de manera óptima la acumulación de agua que se quedó contenida en las presas del territorio nacional.
En cambio, le ordenó a la Secretaría de Economía para que a través de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sancione a aquellos que quieran abusar incrementando el precio de los productos, esgrimiendo cualquier argumento pero aprovechándose de la contingencia.