Ante la inminente declaratoria de constitucionalidad de la reforma energética en México, que promulgará el presidente Enrique Peña Nieto, el Senado de Estados Unidos aprobó el acuerdo con nuestro país sobre de Yacimientos Transfronterizos de Hidrocarburos en el Golfo de México, como parte de las negociaciones del presupuesto.
“Este acuerdo establecerá un marco ambientalmente seguro y responsable para explorar, desarrollar y compartir ingresos de recursos de hidrocarburos en las aguas más allá de las zonas económicas exclusivas de cada país”, señaló el gobierno de EU.
En este contexto, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que si México no explota de manera más amplia y racional sus recursos energéticos, perderá competitividad y las inversiones productivas pueden ir a parar a Estados Unidos, pues dicho país se está convirtiendo en una potencia mundial en materia energética.
El gobierno del presidente Barack Obama agradeció la oportunidad de haber trabajado con líderes legislativos demócratas y republicanos para aprobar lo que calificó como una importante prioridad.
El Senado de Estados Unidos aprobó la noche del miércoles un pacto presupuestario de dos años que evita el riesgo del cierre del gobierno y restablece recursos que habían sido incluidos en el recorte automático del gasto.
Con 256 votos a favor y 171 en contra, la iniciativa de hidrocarburos había sido ya aprobada y enmendada por la Cámara de Representantes para excluir una disposición de la Ley Dodd-Frank, que obligaba a empresas estadounidense a revelar pagos a gobiernos extranjeros, a lo cual se opuso la Casa Blanca.
El acuerdo firmado en febrero de 2012, y avalado por el Senado mexicano en abril de ese año, establece el marco legal para la administración de la región limítrofe entre los dos países en el Golfo de México, a fin de explotar comercialmente las reservas de petróleo y gas.
Fija además directrices para los desarrollos transfronterizos marítimos e incentivos para las compañías de petróleo y gas que voluntariamente entren en arreglos para trabajar conjuntamente las reservas en la región del Golfo de México.
El acuerdo destaca que con 256 votos a favor y 171 en contra, la iniciativa de hidrocarburos había sido ya aprobada y enmendada por la Cámara de Representantes para excluir una disposición de la Ley Dodd-Frank, que obligaba a empresas estadounidense a revelar pagos a gobiernos extranjeros, a lo cual se opuso la Casa Blanca. Pero en caso de México ante su apertura y ante previos riesgos compartidos habrá respeto en compartir ganancias y riesgos.
El acuerdo firmado en febrero de 2012, y avalado por el Senado mexicano en abril de ese año, establece el marco legal para la administración de la región limítrofe entre los dos países en el Golfo de México, a fin de explotar comercialmente las reservas de petróleo y gas.
Fija además directrices para los desarrollos transfronterizos marítimos e incentivos para las compañías de petróleo y gas que voluntariamente entren en arreglos para trabajar conjuntamente las reservas en la región del Golfo de México.
A su vez en Turquía, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció que promulgará la reforma energética, luego de que el miércoles pasado la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la declaró constitucional.
Peña Nieto dijo que las modificaciones constitucionales serán publicadas antes de que culmine el 2013.
En reciente discurso el Ejecutivo federal señaló que México debe aprovechar la generosidad que ha tenido la naturaleza “y que ahora la política también debe acompañarle para que México pueda aprovechar de manera exitosa, suficiente, su riqueza energética”. No obstante, dijo que en la reforma energética propuesta existen premisas fundamentales que deberán de observarse.
“Primero, la rectoría del Estado mexicano, la propiedad sobre los hidrocarburos, condición que nos será afectada ni habrá de cambiar. Pero establece también o propone nuevos mecanismos para la explotación de los recursos energéticos del país. México no puede ser omiso y menos soslayar lo que está ocurriendo en el mundo y, sin duda, el mapa energético está cambiando”, sostuvo.
Explicó que Estados Unidos se está convirtiendo en una potencia porque que está explotando nuevos recursos, especialmente el gas shale y que eso lo está convirtiendo en un país más competitivo, sobre todo por el costo del insumo energético.
“De no hacer algo nuestro país, de no convertirse en un país que explote de manera más amplia, racional y sobre todo que le dé al país condiciones de mayor competitividad con la oferta de recursos energéticos o de insumos energéticos, México perderá competitividad y contrario a lo que hemos venido observando en estos primeros 11 meses de la administración, las inversiones productivas pueden tener el riesgo de irse a otra parte, donde la energía es más barata y lo está siendo al otro lado de la frontera”.
Aseguró que México no puede quedarse rezagado frente a lo que otras naciones estuvieron logrando en los últimos años en materia energética, ampliando la explotación de sus recursos energéticos; recordó que Colombia y Brasil duplicaron la explotación y niveles de producción a través de la modificación de su andamiaje jurídico “y México se mantuvo ante esto pasivo y rezagado”.
Señaló que la naturaleza dotó al país de amplios recursos “y hoy tenemos que encontrar las mejores formas en el uso de nuevas tecnologías y de lo que ya ocurre en el mundo para explotar de mejor manera nuestros recursos energéticos”.