El fondo de inversión por 500 millones de dólares que impulsa Vicente Fox para promover al sector petrolero “es un ejemplo del oportunismo” de quienes buscan obtener provecho de la reforma energética recientemente aprobada por el Congreso, afirmó el Vicecoordinador de los diputados federales del PRD, Miguel Alonso Raya.
Por su parte, el también diputado de ese partido y secretario de la Comisión de Energía, Luis Espinosa Cházaro, calificó como “un despropósito” la declaración del ex presidente panista, y señaló que habría que preguntarle de dónde (sacaría) el fondo, y si él va a aportar.
Ambos legisladores, al ser entrevistados por separado en el recinto legislativo de San Lázaro, abordaron el tema, y coincidieron en etiquetar al ex mandatario del PAN como un “oportunista”.
“A mí me parece un despropósito una declaración de esa naturaleza. Si esa era la urgencia qué tenían los panistas (al aprobar la reforma energética) para que sus ex presidentes puedan ahora venir a invertir o formalizar lo que ya venían haciendo, pues vemos muy claramente las motivaciones de la urgencia de la reforma privatizadora que en diciembre pasaron, atropellando todos procesos parlamentarios”, expresó Espinosa Cházaro.
A su vez, el diputado Alonso Raya, agregó: “Si eso está promoviendo el ex presidente Fox, no cuesta mucho imaginarse cómo se están preparando las grandes empresas petroleras internacionales para caer como buitres sobre los recursos energéticos del país y beneficiarse de ellos de manera similar a como lo hacían antes de la expropiación”, planteó.
De acuerdo con Fox, lo que está impulsando es un fondo especializado en energía y estructura para financiar pequeñas y medianas empresas del país que aprovechando la reforma energética pretendan invertir en el sector.
“Lo que plantea Vicente Fox es un ejemplo de cómo se va a incrementar la manipulación y la corrupción, y del surgimiento de oportunistas como él que buscarán obtener beneficios de los recursos energéticos del país y de lo que ha construido Petróleos Mexicanos a lo largo de décadas”, apuntó el vicecoordinador parlamentario del PRD.
Recordó que según la reforma energética, la operación de las empresas que quieran invertir en el sector dependerá del contenido de los contratos, que podrán ser de servicio, utilidad compartida, producción compartida o licencias, estas últimas en los hechos serán lo mismo que una concesión, a través de los cuales se definirá cómo se les va a pagar o cuánto les tocará de ganancia a los inversionistas, en efectivo o en especie.
Alonso Raya resaltó no sólo el oportunismo de quienes pretenden invertir en el sector, sino también “las falsas expectativas que está generando el gobierno federal, porque mientras despliega toda una campaña publicitaria de los beneficios de la reforma energética, el precio del combustible y de las tarifas eléctricas seguirá incrementándose en 2014; como lo demuestra el primer aumento mensual de las gasolinas y el diésel, en tanto que el precio de las tarifas eléctricas industriales creció en enero en un 1.2% respecto a diciembre de 2013”, concluyó.
Por su parte, el secretario de la Comisión de Energía, Espinosa Cházaro, rememoró que los legisladores de su partido habían dicho el año pasado que muy pronto, en este año, tendríamos las verdaderas causas del porqué de la urgencia de quienes aprobaron la reforma energética.
“Quien invierte millones de dólares en un ámbito petrolero, pues lo dudo que lo haga por amor a México, me parece más bien que se está prestando a encabezar algunos esfuerzos de empresas que podrían presentarse formalmente a querer invertir en lo que el PRI y el PAN aprobaron en diciembre, que fue privatización del sector petrolero al cien por ciento”, indicó.
Yo no veo por qué Vicente Fox tenga que ser ahora el aglomerador de capitales, por qué tiene que hacer un fondo. “A mí me parecer un despropósito la declaración de un ex presidente, de inicio, pero sobre todo, pues que deja en evidencia las causas reales de la urgencia que había para que algunos vengan a invertir”, reiteró.
Lo que queda claro, agregó, es la intención de beneficiarse de manera personal o, a través de grupos empresariales.