Apatzingán, Mich.- La sociedad de Apatzingán mantiene la esperanza de que la seguridad y tranquilidad sea para siempre y tienen la confianza de que las fuerzas federales atrapen o aniquilen hasta el último miembro de Los Caballeros Templarios, causantes de las desgracias que padece la región de Tierra Caliente.
El Punto Crítico viajó hasta la cabecera municipal, considerada el bastión del grupo criminal y por unas horas observó el ir y venir de la gente, misma que saluda de mano a los militares y policías federales. La población hace su vida normal, y es que para los habitantes de esta ciudad ya es normal la violencia.
Por sus calles ya casi no se ven “las trocas” como se conocen a las camionetas de lujo, con música de narcocorrido a todo volumen y con hombres con la fusca (pistola) clavada en la cintura.
Así, los grupos de autodefensa que combaten cuerpo a cuerpo a Los Caballeros Templarios aún no entran a la ciudad de Apatzingán pero se encuentran a pocos kilómetros. En Cuatro Caminos, hay algunos de ellos.
Son jóvenes de entre 16 y 20 años. No cubren su cara, no usan armas. Y a unos metros de los comunitarios, se ubican los policías federales. Ambos, revisan a los conductores y preguntan a dónde van y qué van hacer.
URGEN QUE SE REACTIVE LA ECONOMÍA
Taqueros, mecánicos, taxistas y meseros, urgen que la economía se reactive para evitar que la gente busque otras opciones como incursionar en la delincuencia organizada.
Sobre los poco más de cuatro millones de pesos que anunció el gobernador del estado, Fausto Vallejo para empujar la economía del corazón de la Tierra Caliente, el mecánico dice: “no sirven para nada…y a ver si llegan los recursos”.
En cambio, un trabajador de un hotel señala que “a nuestro negocio le fue bien, lo teníamos lleno de periodistas hasta de otros países y México”.
Uno de los taqueros advierte: “los malos sino vienen por la cuota vienen a tragar gratis; son muchachos ignorantes que no saben a lo que se meten….a veces ni les pagan pero se sienten a gusto solo porque les dan (camioneta, arma y teléfonos). Se sienten bien chingones.
Ninguno de los comerciantes menciona nombres de los líderes de Los Caballeros, hacerlo tiene sus riesgos y consecuencias.
Los grupos de autodefensa se encuentran a pocos kilómetros de la cabecera municipal, y no han avanzado, por el momento.
CNDH PASA DESAPERCIBIDA
Personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se encuentra en la región de Tierra Caliente desde hace más de un año, con el fin de detectar y documentar abusos de las fuerzas federales en zonas de conflicto.
Uno de los representantes, quien se hallaba en la Catedral de Apatzingán se mantuvo totalmente hermético para dar información y sólo se limitó a decir que todo se maneja a través de Comunicación Social de la CNDH.
“Discúlpame, no estoy facultado, si quieres llama a México para que les den una cita”, dijo el hombre quien se alejó, portando un gafete en su pecho y documentos en las manos.
Según testimonios que se recogieron entre la población, a los comisionados de la CNDH ni los conocen ni saben qué hacen.
Lo que sí es un hecho, es que los defensores de las garantías individuales, pasan desaparecidos entre la población de la ciudad de Apatzingán.
VOCERÍA CRÍTICA AL PADRE “GOYO”
“El Padre Goyo se contradice, tú ves, primero dice una cosa y luego dice otra”, critica el vocero de la Arquidiócesis de Apatzingán, Javier Cortés Ochoa, quien clama porque las fuerzas federales se queden de forma permanente en la región de Tierra Caliente.
El prelado advierte que si la gente conoce el paradero de los líderes de la organización que opera aquí, (omite su nombre), no lo dicen, guardan silencio por su seguridad.
“El Padre Goyo, es duro en su comentarios pero a veces contradictorio, es polémico, le gusta llamar la atención, es protagonista”, destaca.
Así, el vocero dice: “necesitamos signos positivos, un vocabulario de paz, no de muerte. Yo no veo bien lo que dice el Padre Goyo, necesitamos mensajes positivos, de amor, de alegría y no de violencia ni de crimen”
Cortés Ochoa, aclara que él no usa chalecos antibalas, ni siquiera cuando acude a ceremonias eclesiásticas donde hay mucha gente armada de los grupos criminales.
Y advierte: si entran los grupos de autodefensa a la ciudad, habrá muchas muertes, y confía en que soldados, marinos y policías federales traigan la seguridad, aunque pasará mucho tiempo para ellos.
TIERRA CALIENTE EN QUIEBRA
Autoridades políticas de Apatzingán, así como empresarios, sociedad y sindicatos afirmaron que la economía en la región de Tierra Caliente, Michoacán está en quiebra por la inseguridad y violencia, aseverando que más de dos mil negocios se encuentran cerrados pudiendo provocar un desabasto de alimentos en la zona. Además, cerca de 10 mil habitantes de 10 municipios, emigraron en busca de refugio en Colima.
La situación se encrudeció con la aparición de la organización criminal que han dañado severamente la estructura social y económica de ciudades como Apatzingán y Nueva Italia entre otros municipios que se consideran reducto de este grupo delincuencial, por el miedo de empresarios que temen ser asesinados, secuestrados o sus negocios quemados.
De acuerdo con Carlos Halabé Ochoa, presidente de la Cámara Nacional del Comercio, delegación Apatzingán, más de mil 700 negocios están en riesgo de cerrar porque no hay ventas o debido a que no pueden operar por carecer de las mínimas condiciones de seguridad.
APATZINGÁN EN CALMA, APARENTEMENTE
Ya está todo más calma con la llegada de lo federales la ciudad, como se ve los negocios ya comienzan abrir sus puertas, la gente hace su vida normal, desmenuzó el regidor del PRI, Carlos Mendoza Torres.
Entrevistado en la plaza pública, donde los policías federales caminan, vigilan y escuchan discretamente, empuñando sus poderosas armas, el representante popular asegura que el “dinero limpio” circula entre los cientos de negocios del municipio.
Así, mientras los elementos policiales federales pasan y observan la conversación entre el reportero y el regidor, el alcalde, Uriel Chávez, pasa rodeado por gente armada quienes portan una camisa roja.
Mendoza Torres dijo que entre el 80 y 90 por cientos de los negocios de la ciudad ya se reactivaron y confió en el profesionalismo de los policías federales para que respeten los derechos humanos de la población.
Para el regidor, la venta de limón es lo que sostiene la economía de la región y calcula que tan solo en el municipio de Apatzingán hay entre 12 y 13 mil hectáreas del fruto y unos 45 mil productores en toda esta zona de la Tierra Caliente Michoacana.
Mendoza Torres dijo que si bien la gente se siente más segura y tranquila con la presencia de los federales y militares, aún hay temor pues no se sabe en qué momento la violencia se haga presente.
LA DELINCUENCIA NO SE ACABA, COINCIDEN PERIODISTA Y POLÍTICO
“Aquí todos pagan cuota, todos, pagan derecho de piso….aún con los federales la delincuencia no se acaba”, afirma un periodista de la ciudad de Apatzingán quien pide el anonimato para evitar represalias.
El comunicador se encuentra sentado tomado café en el centro de la cabecera municipal y entre risas abunda: “tal vez los jefes ya no están aquí, pero su gente está entre nosotros, en estos mismos momentos. Ya son más cautos pero aquí siguen”.
Entonces, ¿se puede decir que se mezclan y hasta conviven con los federales?:
“Tú qué crees, Javier….claro, pasan junto a ellos, ahí en el jardín.
Oiga ¿y dónde viven, en dónde están sus casas?
-----Todos sabemos dónde pero no te lo van a decir
Sin embargo, un conocido político de la ciudad, afirma que son exageraciones decir que todos pagan cuota: “no es cierto, hay gente que gana 200 o 250 pesos a la semana, entonces, qué les van sacar, qué les van a pedir.
Periodista y político coinciden en que se siente un poco más de alivio desde la llegada de los federales y soldados, pero la delincuencia organizada no se acaba.