Como parte del cierre del quinto mes de este año especialistas financieros como es el caso de Moody`s, S&P, Merril Lynch, así como organismos internacionales como la Cepal, entre otras instituciones nacionales y extranjeras coinciden que ante la tardanza para aterrizar los cambios estructurales de fondo, el freno a la inversión pública, y la falta de la transformación del aparato productivo y mayor peso de la reforma laboral, el país mantendrá un crecimiento mediocre.
Los efectos directos son merma evidente en el poder adquisitivo de los trabajadores, aumento de la informalidad y un atraso en los sectores básicos empresariales advirtieron expertos en recientes reportes.
Para la Cepal y Moody´s Analytics, las reformas estructurales y las inversiones del Programa Nacional de Infraestructura (PNI), por 7.7 billones de pesos, darán a la nación un crecimiento potencial no mayor a 4%, lo cual significa que se requerirán de otras reformas y ajustes a futuro para crecer más.
Los análisis destacaron que pese a la alternancia presidencial, México mantiene su modelo económico sin resultados favorables; aunque no hay recetas únicas, varios países de Latinoamérica se arriesgaron a cambiar sus políticas y obtuvieron crecimiento, disminución de la pobreza y de la desigualdad
De acuerdo con reporte del IDICE, Los ajustes que hizo la Secretaria de Hacienda el viernes pasado a su estimado de crecimiento del PIB, de 3.9 a 2.7%, lanzan un claro mensaje: “el modelo económico aplicado en los últimos 30 años no está diseñado para generar progreso productivo y bienestar social”.
En la última década Argentina acumuló un crecimiento en su Producto Interno bruto (PIB) de 95%; Brasil de 41%, y Bolivia de 47%, y el de México solamente fue de 28%. Esta diferencia contrasta, ya que en algunos países hay mayor gasto público, transformación del aparato productivo, inversión y mayor poder adquisitivo de la población.
Sin embargo, para la directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, Leticia Armenta Fraire, el actual modelo económico pudiera dejarse, sólo habría que hacerle ajustes y aplicarlo bien, porque hasta la fecha se hace “de manera incompleta”.
Se trata de incluir medidas más efectivas que empujen el crecimiento de la nación, que necesariamente requieren de mayor fuerza del Estado y compromiso del sector empresarial, agregó el investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, Clemente Ruiz Durán.
“La realidad es fría. Ecuador, Bolivia, Venezuela, Brasil y Argentina han crecido más que México y aunque el modelo de ellos tiene sus limitaciones, son países que han registrado crecimiento”, mientras que la economía mexicana mantiene un desempeño mediocre, la mitad de su población vive en pobreza, su poder adquisitivo es bajo y hay una apuesta por las exportaciones más que por el consumo interno, explicó Beteta.
INCREMENTA CIFRA DE POBRES
De los 164 millones de pobres que viven en América Latina, 57 millones son mexicanos; además, mientras en Venezuela, Ecuador, Brasil, Perú y en casi todas las economías latinoamericanas bajó la pobreza, en México aumentó de 36.3 a 37.1% de la población, 2011 a 2012, según el Panorama Social de América Latina de la Cepal del 2013.
Si bien los países Latinoamericanos que cambiaron su modelo económico no siguieron la misma receta, hay una constante: reactivaron su mercado interno para crear mayor equidad y bienestar, a pesar de que ello les generó en algunos países ruptura con el sector privado y tensiones sociales. Las nuevas políticas económicas de diversas naciones de América del Sur, como Bolivia, Argentina y Venezuela permitieron revertir la pobreza, porque se buscó generar gasto y atacar la desigualdad.
En Argentina, de 2005 a 2012, la pobreza bajó de 30.6 a 4.3%; en Bolivia se redujo de 63.9 a 42.4% del 2005 al 2011; en México aumentó en ese periodo de 31.7 a 37.1%.
De acuerdo con Moody`s, aunque de 1989 a 2012 México logró reducir la desigualdad, de 0.536 a 0.492 de acuerdo al coeficiente de Gini, donde el 1 es el más desigual y 0 la igualdad perfecta, es de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con más brechas; es decir, la diferencia de ingresos entre el 10% de la población más rica y el 10% más pobre es de 28.5 veces, mientras que el promedio de dicho organismo es de 9.8 veces.
La baja productividad también provocó que México tenga el mayor porcentaje de trabajadores viviendo en la marginación, lo que nos convierte en el país con la peor situación entre los 34 mimebros de la OCDE. El 18.5% de los mexicanos que laboran son pobres, cantidad mayor a lo visto en Turquía, con 18%, o Chile e Israel, con 15%.
TRABAJADORES MÁS POBRES
Los trabajadores no alcanzan a comprar los mismos productos que hace 30 años, porque el poder adquisitivo acumuló una pérdida de 72% de 1976 al 2014, aseguró el coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario, Luis Lozano Arredondo.
El salario es uno de los instrumentos importantes a considerar y por ello debiera revisarse, de manera que mejore el poder de compra de los trabajadores y suba la productividad, dijo Ruiz Durán.
El problema es que en México no importó nunca el mercado interno, porque primero se pensó en exportar y luego en que los trabajadores necesitan mejorar sus ingresos para comprar los productos elaborados por la industria nacional, expuso Beteta.