En las cárceles existen más 242 mil 754 personas cuando están diseñados para albergar a 195 mil 278, lo que representa una sobrepoblación de 47 mil 476; es decir, el sistema penitenciario se encuentra rebasado en un 24.3 por ciento. Y por si fuera poco del total de estos presos solo el 25 por ciento cuenta con un empleo, lo que significa que las condiciones y expectativas
para la reinserción social de estas personas son realmente limitadas.
De acuerdo con el informe “Estadísticas del Sistema Penitenciario Nacional”, elaborado por la Secretaría de Gobernación (Segob) y el OADPRS, hasta el primer mes de 2013 había en el país 193 mil 194 internos del fuero común y 49 mil 560 del federal.
La diputada Sonia Rincón Chanona (Nueva Alianza), integrante de la Comisión de Seguridad Pública aseguró que el ocio propicia el comportamiento negativo de quienes están privados de su libertad; en contraposición, la ocupación laboral contribuye a su desarrollo económico, social y cultural.
Por ello, propuso exhortar a la Secretaría de Gobernación, a la Comisión Nacional de Seguridad y al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), a incrementar los convenios con empresas particulares, cámaras empresariales y entidades gubernamentales a participar en la instrumentación de actividades laborales para las o los internos dentro de los establecimientos carcelarios.
Detalló que el trabajo en los Centros Penales Federales tiene enormes ventajas, porque con esa responsabilidad, la o el preso procurará el sustento personal y familiar; otra utilidad consiste en que mediante el hábito del trabajo, modifican sustancialmente su comportamiento.
Rincón Chanona consideró que el trabajo en los centros carcelarios se debe dar en condiciones laborales dignas y justas, atendiendo, en todo momento, a las aptitudes y capacidades de los internos. “Enorme valor se debe dar atribuir al empleo carcelario como sustento para alcanzar la reinserción de los internos que, junto con el respeto a los derechos humanos, la capacitación para el trabajo, la educación, el deporte y la salud, son significativamente los medios en cuyo entorno gira prácticamente todo el tratamiento penitenciario moderno”, agregó.
La legisladora Sonia Rincón urgió a las autoridades penitenciarias a impulsar y promover el trabajo, mediante los convenios que celebre con las personas morales interesadas en colaborar, y se establezcan beneficios para los internos que participen, como la preliberación, la remisión parcial de la pena o la libertad preparatoria, entre otros.
Subrayó que la delincuencia e inseguridad que padecen los mexicanos hacen necesario y urgente revisar de manera conjunta los procedimientos y formas de operar de los sistemas de prevención, procuración e impartición de justicia, así como los de readaptación social.
PUEBLA POSEE 5 DE LAS 13 PRISIONES MAS SATURADAS
Cabe señalar que Puebla destaca a nivel nacional por la sobrepoblación de sus centros penitenciarios. El estado posee 5 de las 13 prisiones más saturadas de reos en todo el país, incluida la prisión con más hacinamiento a nivel nacional.
Entre los penales se encuentra la cárcel distrital de Tepeaca como primer lugar nacional, con una sobreocupación del 578.26 por ciento; el penal de Izúcar de Matamoros, con un 348.8 por ciento; el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Pedro Cholula, con un 329.25 por ciento; el penal de Xicotepec de Juárez, con un 324 .69 por ciento y la prisión de Atlixco, con un 309.52 por ciento de sobrecupo.
El sistema penitenciario en la entidad deja mucho que desear, ya que según los datos de la organización, el estado en general presenta un 142 por ciento de sobreocupación, por encima de la media en el país que llega a un 128 por ciento de hacinamiento en las cárceles y centros penitenciarios.
Sin embargo, la prisión distrital de Tepeaca es la número uno en sobrepoblación al tener apenas 46 espacios para reos, pero dar cabida real a 266 presos.
El mayor efecto se registra en las cárceles estatales, donde están presos 217 mil 900 personas, mientras que en los centros federales hay apenas 24 mil 854.
En celdas diseñadas para albergar a cuatro internos, hoy pernoctan hasta 30 o 40 reos mermando su calidad de vida. Se fuerza a convivir en un mismo espacio a sentenciados e indiciados generando efectos criminógenos importantes, tales como la reincidencia y un proceso de reinserción ineficaz”.
Baja California Sur, Durango, Oaxaca y Quintana Roo son los estados donde más de 60 por ciento de los reclusos no han recibido condena.
Los mayores con sobrepoblación son Nayarit, la Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México, según datos recopilados por la Secretaría de Gobernación.
Cuadro
-En puebla existen 5 de los 13 centros penitenciarios con mayor sobreocupación
-La prisión distrital de Tepeaca es la número uno en sobrepoblación
-En cárceles estatales, están presos 217 mil 900 personas
-En los centros federales hay apenas 24 mil 854
-Celdas diseñadas para cuatro internos y a habitan hasta 40 reos