El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta problemas financieros "importantes y difíciles", reconoció José Antonio González Anaya, director de este instituto, y anunció que, al cierre de 2013, hubo un déficit financiero de 12 mil millones de pesos.
Reconoció ante diputados que desde que inició la administración del presidente Enrique Peña Nieto se ha hecho un esfuerzo de "saneamiento" financiero para reducir el déficit financiero, y afirmó que a partir de 2009 el IMSS mostró un "acelerado" deterioro financiero, al punto que en 2012 reportó un "déficit de caja" anual de 24 mil millones de pesos, que equivale a más de la mitad del presupuesto de la UNAM.
"Ante esta situación, se había discutido que el IMSS se iba a acabar sus reservas rápido, y posiblemente hubiese sido cierto, pero desde que entramos se ha hecho un enorme esfuerzo de saneamiento financiero que se ha reflejado en un ahorro", explicó y agregó que el déficit pasó de 24 mil millones de pesos en 2012, a cerca de 12 mil millones de pesos de déficit anual en 2013, "éste es un esfuerzo de saneamiento que no es menor".
Al comparecer ante diputados del sector salud, informó que el IMSS trabaja en dos objetivos: mejorar el servicio médico y sanear financieramente al instituto. "Lo que les diría es que estamos trabajando y que hemos llevado a la institución a un camino de inflexión, tenemos que mejorar la calidad de los servicios médicos de la institución, al tiempo que lo hagamos de una manera financieramente sustentable para que nos dure el IMSS otros 70 años", apuntó.
Sin embargo, expuso que durante los primeros dos años de la actual administración, de 2012 a 2014, el IMSS ha reducido su déficit anual en un 50%, al pasar de 24 mil millones de pesos a 12 mil millones.
José Antonio González Anaya, explicó que, desde el inicio de la actual administración, se planteó un saneamiento financiero para el instituto, lo que se reflejó en la reducción del déficit.
“Este esfuerzo de saneamiento financiero no es menor, implica una serie de medidas que han repercutido en la institución y que se han guiado a través de dos objetivos que nos hemos trazado por instrucciones del Presidente de la República, desde hace casi dos años: mejorar la calidad y calidez de los servicios de la institución y, al mismo tiempo, sanear financieramente al IMSS”.
González Anaya puntualizó que las medidas que se han tomado para cumplir con estos dos objetivos se agrupan en tres tipos: mejorar la productividad y eficiencia del instituto; fortalecer la trasparencia en las compras de bienes y servicios; y fomentar el cumplimiento de las obligaciones de los involucrados con el IMSS.
Unas de estas acciones, dijo, fueron la eliminación de las compras emergentes de medicinas, para evitar pagar precios más altos, y la reducción de inventarios de medicinas en los almacenes, dado que son productos con fecha de caducidad.
Asimismo, se ha emprendido una iniciativa muy importante para tratar de eliminar, simplificar y digitalizar trámites ante el instituto, como con la creación de la llamada “receta resurtible”, para que los pacientes recurrentes puedan proveerse de sus medicinas sin cita, medida que ahorra a la institución siete millones de consultas al año, indicó.
El funcionario federal subrayó que se debe seguir trabajando en mejorar la eficiencia y la productividad del IMSS, buscando enfatizar la prevención en la parte médica, con programas como PREVENIMSS, ya que “un peso en prevención repercute en muchos pesos en curación”.