¡A la cachi…cachi porra…a la cachi porra! Coreaban más de 20 mil jóvenes estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que marcharon por las calles de la Ciudad de México para exigir al gobierno federal el cese de la directora general del Instituto, Yoloxóchiltl Bustamante Diez, así como la erogación del nuevo reglamento interno del IPN.
Desde las 11:00 horas del martes, con credenciales en mano, el contingente de estudiantes conformado por 31 planteles de la segunda institución educativa más grande del país, se congregó en el Casco de Santo Tomás para iniciar una marchar que druó más de tres horas con destino a la Secretaría de Gobernación.
Con pancartas en mano ¡Seguimos en la lucha! ¡Juntos venceremos!¡El IPN es del pueblo! ¡La educación es gratuita!, alumnos de las vocacionales como de las escuelas de nivel superior caminaron por el Circuito Interior José Vasconcelos, para continuar por Río Tiber, rodear el Ángel de la Independencia, seguir por Paseo de la Reforma, hasta que policías federales les interrumpieron el paso en las calles aledañas al edificio de Gobernación.
Apoyados por alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y algunas privadas los manifestantes dijeron sentirse preocupados por el futuro de su alma mater a la cual calificaron como la mejor de México.
Sin la presencia de personas encapuchadas y bajo la mirada de 5 mil policías que los vigilaban, los jóvenes y quizás algunos adultos de diversas edades caminaron agarrados de las manos mostraban a los reporteros sus credenciales como alumnos, como intentando refutar lo dicho por las autoridades escolares de que en el movimiento había personas adscritas a algún partido político.
Durante su caminata de aproximadamente 5 kilómetros, los politécnicos provocaron el cierre de negocios por donde pasaban, ante el temor de propietarios y empleados de que fueran saqueados por la turba la que al parecer no llevaba armas u objetos contundentes.
Sin embargo, si hubo intercambios verbales entre algunos jóvenes y automovilistas atrapados en el denso tránsito vehicular sin que pasara a mayores. Otros conductores prefirieron apoyarlos y hasta regalarles fruta y agua.