La cuarta edición de El Buen Fin enfrentará diversos retos este año como una menor cantidad de dinero disponible de los consumidores ante la nueva carga fiscal, la decepción de los clientes por ofertas poco atractivas, deudas pendientes asumidas en ediciones pasadas de esta iniciativa y una mayor vigilancia de las autoridades, anticiparon expertos.
En 2013, las ventas generadas durante El Buen Fin ascendieron a 173 mil 620 millones de pesos y la meta para este año es alcanzar 220 mil millones, sin embargo, especialistas anticiparon que alcanzar este 27% de incremento será complicado en medio una economía que no termina de despuntar.
Pero hay poco dinero; la reforma hacendaria trajo nuevos impuestos, menores niveles de deducibilidad en gastos e incrementos en la carga administrativa de las empresas, lo que provocó aumento de precios y una merma al poder adquisitivo de la gente, detallaron especialistas.
El rezago en las deudas de los consumidores es otra de las consecuencias de El Buen Fin, ya que, por ejemplo, clientes que compraron productos con promociones de meses sin intereses pudieran arrastrar una deuda hasta la fecha e incluso caer en la tentación de una nueva deuda difícil de costear.
“En vez de endeudarse de noviembre a noviembre se debe buscar ahorrar para encontrar más adelante un mejor precio. Es recomendable no realizar compras no necesarias, porque es imposible que un vendedor o una tienda recomiende comprar con consciencia”, comentó Francisco Villa, director de soluciones grupales de Principal Fondos de Inversión.
“El Buen Fin no es nada extraordinario, la gente se ha decepcionado en los últimos años porque las ofertas no han valido la pena o puedes encontrar mejores promociones en otras épocas; además, el crecimiento en las ventas de las tiendas no es alto porque el consumo se concentra en bienes duraderos”, indicó Gerardo Copca, director de MetAnálisis.
Según un estudio levantado por Nielsen en El Buen Fin 2013, 14% de las empresas participantes aumentaron el precio de los productos más vendidos durante el periodo de duración de la iniciativa, 15% mantuvieron los mismos precios y más de 70% disminuyó el precio en un promedio de 12%.
“Si bien las ventas de noviembre incrementaron con El Buen Fin, las ventas de diciembre han ido a la baja. Tal vez la iniciativa quitó un poco del monto a diciembre”, explicó Juan Elizalde, analista de Banco Ve por Más.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), el crecimiento de las ventas mismas tiendas en noviembre cuando se realiza El Buen Fin fue hacia abajo de 14.6%, 7.1% y 3.4% de 2011 a 2013, respectivamente, aunque la tendencia negativa puede ser atribuida a la base de comparación de la primera edición.
Sin embargo, cuando se comparan los ingresos a tiendas iguales de diciembre desde el comienzo de la iniciativa se muestra también una tendencia a la baja en la variación de las ventas comprables con cifras que pasan del 3.8%, 2.1% hasta una caída de 0.4% de 2011 a 2013, respectivamente, lo cual, según analistas, indica un impacto en el gasto de fin de año.
Castigan a proveedores. Con casi 60 mil empresas participantes, la iniciativa a realizarse del 14 al 17 de noviembre presentará ofertas de hasta 50%, pero este atractivo será costeado por cientos de cientos de proveedores que son presionados por las cadenas de autoservicios y departamentales para sacrificar sus márgenes de ganancias.
“Los proveedores solventan los descuentos, ya sea por decisión propia o por la de sus compradores, por lo cual más que impulsar el consumo en El Buen Fin se ha pulverizado la rentabilidad de las cadenas de autoservicio, y además la venta de temporada se ve dividida en dos meses”, detalló Jorge Quiroga, director de Todo Retail.
Para el experto, el objetivo de El Buen Fin de incentivar el consumo no ha sido efectivo y sugiere los llamados descuentos compartidos, que representa un acuerdo entre el proveedor y los detallistas para no afectar el crecimiento del jugador con menor fuerza.