La reforma energética a la que apostó el gobierno de Enrique Peña Nieto y quienes la apoyaron no ha dado los resultados que ellos esperaban, advirtió el coordinador del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya. Denunció que por la falta de inversión en el sector, México corre el riesgo de convertirse
de un país exportador a uno importador de petróleo.
El legislador federal recordó que en 2004 la producción petrolera en México tuvo su mejor año, cuando alcanzó 3 millones 382 mil barriles de petróleo, para desplomarse a 2 millones 440 mil barriles de petróleo en 2014, lo que equivale a un retroceso de 942 mil barriles de petróleo diarios.
Aseguró que la declinante producción fue insensible a los sustantivos incrementos de las inversiones en Pemex que erogó 251 mil 882 millones de pesos, 268 mil 599, 267 mil 261 millones, 311 mil 993 millones y de 330 mil 600 millones; en 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013, respectivamente.
Lo anterior por el anuncio por parte de Manuel Medina Mora, embajador mexicano en Estados Unidos, en el sentido de que México analiza importar hasta 100 mil barriles diarios de crudo ligero de Estados Unidos, con lo que se busca optimizar el funcionamiento de las refinerías de Pemex.
Al respecto, Alonso Raya apuntó que “por falta de inversión, no tenemos hoy la producción que deberíamos tener y estamos dejando de tener peso como país petrolero, lo que es algo delicado.
“Uno de los problemas es que no se invirtió para reconfigurar las refinerías y procesar el crudo pesado”, resaltó.
“Está omisión tuvo como resultado la insuficiente capacidad de producción en Pemex Refinación, razón por la cual ahora el país importa cerca de 40% de la demanda de gasolina. La elaboración de gasolinas pasó de 398.2 miles de barriles diarios, en 2002, a 418.1 en 2012”, afirmó el legislador.
Es decir, remarcó “el incremento absoluto fue menor a 20 mil barriles diarios, en tanto que entre 1993 y 2007 el valor de las importaciones pasó de 5,500 millones a 16,800 millones”.
En opinión del coordinador, “en la coyuntura actual, lo que más conviene en este momento es comprar la gasolina, misma que está más barata en Estados Unidos que en México”.
Y detalló que: “Desde octubre no ha parado el desplome del precio del barril del petróleo que ayer se cotizó en 39.94 dólares, es decir, una diferencia de más de 39 dólares respecto al precio fiscal aprobado en el Congreso de la Unión para 2015”.
Explicó que las últimas cifras de los reportes operativos de Pemex muestran una declinación en la elaboración total de productos petrolíferos: entre agosto de 2013 y agosto de 2014 se dejaron de producir 64 mil barriles diarios de productos petrolíferos en promedio, una caída anual de 4.33 por ciento.
“No preparamos las instalaciones, las empresas y las refinerías para tener la capacidad de procesar lo que producimos nosotros y eso nos obliga, en todo caso, a buscar la manera de importar crudo ligero y entre otras cosas a comprar gasolinas”, apuntó.
Advirtió que las medidas son coyunturales y pretenden velar el problema de fondo que es que México no está produciendo lo que debería.
GOBIERNO DEBE EXPLICAR LOS BENEFICIOS
Por su parte, el coordinador del Partido Acción Nacional, José Isabel Trejo Reyes, aseguró que no es cuestionable que un país productor de petróleo, como es México, busque comprar crudo si así conviene a sus intereses, pero demandó que el gobierno federal debe precisar cuáles serían los beneficios económicos.
“No porque uno sea productor puede perder la oportunidad de hacer recompras de petróleo si le conviene. Hay que ver si esto está contemplado como viabilidad, habría que ver los números”, afirmó.
Demandó que los titulares de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Secretaría de Energía (Sener), Emilio Lozoya y Pedro Joaquín Coldwell, respectivamente, asistan a la brevedad a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, para informar sobre la situación de producción de petróleo y la importación del crudo.