Reducir la dependencia de las finanzas públicas de los ingresos petroleros es una condición para que el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo genere ahorros de largo plazo y se constituya como palanca del desarrollo nacional.
Así lo concluye una investigación de la Dirección de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez del Senado, en el artículo “Más vale tarde que nunca: ¿Qué es, cómo funciona y cuál es el potencial del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo (FMPED)?”.
Dicho fondo, explica, fue creado con la reciente reforma energética como un instrumento para administrar la renta petrolera, obtenida de los ingresos petroleros derivados de los derechos por asignaciones a Petróleos Mexicanos o de contratos con esta o con empresas privadas, que realicen actividades de exploración y extracción de hidrocarburos.
Ese fondo empezó a operar en 2015 y representa la implementación de un Fondo Soberano de Riqueza (FSR), expone que “los fondos soberanos de riqueza son instrumentos de inversión, propiedad del Estado o que son controlados por éste, los cuales se alimentan de recursos provenientes de los ingresos petroleros”.
Asimismo que provienen “de otras materias primas, divisas, entre otras fuentes, y son utilizados como mecanismos de ahorro, inversión o impulso al desarrollo”.
El documento establece que el fondo deberá contribuir anualmente al Presupuesto de Egresos de la Federación, con una transferencia equivalente a 4.7 por ciento del Producto Interno Bruto, menos el Impuesto Sobre la Renta petrolero y las transferencias a varios fondos de estabilización, sectoriales y de fiscalización petrolera.
Si después de la transferencia anual hay recursos remanentes, indica, entonces se acumulará ahorro de largo plazo en su reserva.
Y cuando este ahorro sea mayor a tres por ciento del PIB, aclara, será posible financiar diversos rubros de impulso al desarrollo, como el Sistema de Pensión Universal, energías renovables, becas universitarias y de posgrado, entre otros.
Además, agrega, será posible utilizar dicho ahorro para enfrentar escenarios negativos para las finanzas públicas.
Con este instrumento, subraya, México se suma al conjunto de países que desde hace años han usado estos fondos para administrar e invertir sus recursos petroleros, se establece en el artículo.
Así, dice, el FMPED representa un avance en la tarea de administrar de forma eficiente y transparente los ingresos petroleros.
Plantea que con este fondo, México contará con una herramienta que le permitirá aprovechar la riqueza petrolera en beneficio de generaciones presentes y futuras.
Menciona que las finanzas públicas han mantenido una dependencia de los ingresos petroleros, y es necesario “evaluar las áreas de oportunidad para mejorar el desempeño del gasto público en términos de eficiencia, eficacia, impacto, transparencia y rendición de cuentas”.
Agrega que sería necesario evaluar el alcance de los mecanismos implementados, que buscan incrementar de forma progresiva y sostenible la recaudación tributaria a niveles más cercanos a la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Explica con detalle las características del fondo, sus objetivos, su mecanismo de operación, modelo de gobernanza, estrategia de inversión y administración de riesgos, así como sus prácticas de transparencia y rendición de cuentas.
Puntualizó que “México se suma tarde al conjunto de países que desde hace años e incluso décadas, han implementado fondos soberanos de riqueza para administrar e invertir los recursos que obtienen de su renta petrolera, pero más vale tarde que nunca”.