La industria petroquímica de México podría registrar pronto una reactivación a raíz de la reforma energética aprobada en ese país, reveló un reporte del grupo de consultoría de energía IHS.
Este sector no ha recibido nueva inversión en los últimos 15 años, debido a la disminución de la producción de petróleo y gas y la falta de infraestructura, explico IHS.
“La industria petroquímica mexicana ha estado rezagada a la inversión y ha tenido que depender en gran medida de las importaciones de materias primas para satisfacer sus necesidades de producción local de muchos productos químicos”, escribió en el reporte, Rina Quijada, directora del grupo químico de IHS.
Según datos de la consultoría, México importó cerca de 24 mil 500 millones de dólares en productos químicos en 2014. El país importa cerca de 75 por ciento de sus necesidades de polietileno, una importante sustancia química utilizada para fabricar plásticos.
El reporte destacó empero que estas necesidades podrían ser pronto subsanadas, conforme avance en México la ambiciosa reforma energética para abrir el sector a la inversión privada.
Parte de los enfoques de la reforma han estimulado el desarrollo en el sector de la infraestructura de gasoductos, lo que significa que en el futuro habrá acceso al gas natural mas barato de Texas.
Apuntó IHS que el gasoducto Los Ramones creó en diciembre pasado suficiente capacidad para enviar dos mil 100 millones de pies cúbicos de gas natural de Texas a México y otro gasoducto con capacidad para tres mil 400 millones de pies cúbicos de capacidad de gas natural transfronterizo está en camino.
“Para México, el gas significa el acceso a abundantes materias primas, a precios competitivos para la producción petroquímica", apuntó Quijada en el informe.
“Tan importante que puede ser utilizado para la producción de electricidad confiable a costo competitivo, lo que es absolutamente esencial para crecer toda la base de fabricación en el país y hacer petroquímica mexicana a un costo de producción competitivo”, indicó.
Precisó IHS que dos empresas petroquímicas, la brasileña Braskem e IDESA -con sede en México- ya han comenzado la construcción de una nueva planta petroquímica utilizando etanol como materia prima.
“México necesita más de este tipo de inversión y nosotros en el grupo químico de IHS anticipamos crecimiento de la capacidad de producción de petroquímicos una vez que materia prima adicional esté disponible en los próximos cinco a ocho años”, apuntó Quijada.