México espera que su producción de crudo se estabilice en unos 2.5 millones de barriles por día (bpd) hacia el 2018, el mismo nivel que tenía hace tres años, a pesar de una importante reforma energética con la que espera apuntalar la producción de hidrocarburos a través de la apertura al capital privado.
La subsecretaria de Hidrocarburos, Lourdes Melgar, explicó el miércoles que la expectativa de elevar la producción en 500,000 bpd a 3.0 millones de bpd hacia el final de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, en 2018, se ha visto afectada por la baja de los precios del crudo, la declinación de campos y los resultados de las licitaciones derivadas de la reforma.
"En este momento, lo más importante para nosotros es frenar la caída de la producción y lograr estabilizarla, lograr regresar a los 2.5 (millones de bpd)", dijo Melgar.
Consultada sobre si ese nivel era lo que se podía esperar para el 2018, dijo: "en este momento, en 2018, tomando en cuenta los tiempos que lleva la producción, sí".
La producción petrolera del país ha ido bajando después de tocar un techo de 3.4 millones de bpd en el 2004. Cuando Peña llegó al poder en 2012 promedió 2.55 millones de bpd, pero este año ha declinado. En agosto promedió 2.25 millones de bpd.
Melgar dijo además que la expectativa de producción de crudo futura derivada de las licitaciones de campos y áreas que se están llevando a cabo tomará su tiempo en llegar.
"El cálculo que habíamos hecho era 500 mil barriles que provendrían de la implementación de las distintas rondas (licitaciones)", dijo Melgar al admitir que en un escenario de mayores precios las expectativas fueron altas.
"Evidentemente estos cálculos los hicimos cuando teníamos el barril de petróleo a 100 dólares y un escenario muy distinto, un escenario de perspectivas de crecimiento de la economía internacional y de la economía mexicana muy diferente al que tenemos actualmente", destacó.
México ha realizado dos licitaciones de las cinco que tiene planeadas en la llamada Ronda Uno producto de la reforma energética. En la primera adjudicó dos de los 14 contratos ofrecidos, mientras que en la segunda adjudicó tres de los cinco propuestos.
Pero ahora tiene por delante licitaciones de contratos en aguas profundas y de no convencionales, que muchos se han preguntado si irán adelante ante una expectativa de bajos precios en los próximos años.
"Nosotros no vamos a diferir", dijo sobre aguas profundas y señaló que se estudia licitar unos 10 bloques en esa etapa.
Sobre la quinta fase de la Ronda Uno, que contemplaba sólo hidrocarburos no convencionales en un inicio, Melgar dijo que podría ser un "mix de convencionales y no convencionales", que incluya "shale" (lutitas) y el llamado "tight oil", como el geológicamente complejo Chicontepec.